Mata Hari era hermosa, tenía una belleza exótica. Su poder era la seducción y su habilidad para romper con el orden establecido en el amanecer del siglo XX. Se convirtió en una estrella en Europa y cada vez que se presentaba en una sala las entradas se agotaban. No tenía pudor para desnudarse y deslumbraba con los bailes orientales que había aprendido en la Isla de Java, mientras se sacaba la ropa. Se dice que en sus shows se vio por primera vez un striptease. Su figura brillaba en las principales capitales europeas y solo por sus cualidades artísticas hubiese sido recordada por siempre. Pero además, era doble agente secreta.
Margaretha Geertruida Zelle nació el 7 de agosto de 1876 en Leewuarden, Holanda, en el seno de una familia pobre. Su padre era sombrerero y su madre murió cuando ella apenas era una niña. Su padre volvió a casarse y Margaretha se fue a vivir con su padrino. A los 16 años ingresó en un centro de estudio, pero rápidamente tomó conciencia del poder que le otorgaba su belleza y se hizo amante del director de la escuela. El escándalo terminó con su expulsión.
Mata Hari
Tres años más tarde, decidió darle un giro a su vida monótona en la conservadora sociedad neerlandesa y respondió al anuncio del capitán Rudolf MacLeod, un militar 20 años mayor que solicitaba esposa. Tras un par de encuentros breves, Margaretha aceptó la propuesta de matrimonio y se casó con MacLeod, que había sido designado a trasladarse a la Isla de Java (hoy Indonesia) una de las colonias holandesas.
Margaretha Geertruida Zelle, la Mata Hari.
Allí, Margaretha tuvo dos hijos: Norman y Louise Jeanne. Sin embargo, ambos enfermaron y el varón no pudo recuperarse. En primera instancia se le adjudicó la muerte del pequeño a la sífilis de su padre, que era conocido por ser un mujeriego y adicto a la bebida. Sin embargo, nunca supo a ciencia cierta la razón de la muerte del niño. El matrimonio, ya deteriorado, cada vez se resquebrajaba más y Margaretha buscó refugio en las danzas folclóricas balinesas y en las artes sexuales orientales. En ese momento se convirtió en Mata Hari.
Al regresar a Holanda en 1902 se divorció y luchó por la custodia de su hija, pero MacLeod se quedó con la tenencia y nunca más le permitió verla, a pesar de los esfuerzos de Margaretha por mantener el vínculo con Louise Jeanne. Otra vez cayó en la pobreza y se fue a París a probar suerte como modelo y actriz, pero no tuvo éxito.
Mata Hari.
Sin embargo, gracias a su largo cabello oscuro y facciones orientales heredadas de su madre, se hizo pasar por una supuesta princesa de Java con el nombre de Mata Hari, que significa «Ojo del día», en malayo, y debutó en el Museo Guimet el 13 de marzo de 1905, y a partir de allí vivió ejerciendo como bailarina exótica y realizando actos eróticos y de striptease que le dieron cierta relevancia en el histriónico y convulsionado mundillo artístico de la Belle Époque parisina.
Evoca los bailes de iniciación de las vírgenes javanesas, emula sus pasos. Y decide sacar provecho de su atracción física. Solo sus pequeños senos se ocultan al público, cubiertos por dos conchas metálicas. El resto de su cuerpo se envuelve únicamente por varias capas de velos transparentes que se va quitando uno a uno a lo largo del número. Su erotismo es abrumador. Es la más sexy, descarada y atrevida.
Mata Hari fue una estrella de la Belle Époque, en París.
A medida que crece su popularidad, también aumentan sus contactos. Entre sus amantes se encuentran aristócratas, destacados políticos, militares y corredores de bolsa. Es una puta de lujo. Su espectáculo es furor y las entradas siempre se agotan, el nombre de la Mata Hari está en boca de todos. Pero a medida que crece su éxito, también su decadencia. Su figura no es la de antes, asoman las primeras canas en su cabellera oscura como la noche y nuevas competidoras, más jóvenes, más talentosas y más bellas copian su estilo. Llega 1914 y estalla la Primera Guerra Mundial.
Consigue un contrato para bailar en el Metropol de Berlín. Como ciudadana neerlandesa, Margaretha Zelle, la Mata Hari, pudo cruzar las fronteras libremente ya que Holanda se mantuvo «neutral» en el conflicto bélico. Para evitar los campos de batalla, viajó entre Francia y los Países Bajos a través de España y Gran Bretaña. En ese momento, tuvo un apasionado romance con un piloto de avión ruso, el capitán Vadim Maslov, que tiempo después fue derribado. Mata Hari podía circular libremente, pero como ciudadana de una nación neutral, no podía estar en el frente de batalla. Pidió un permiso especial para visitar a su amante: fue recibida por agentes de la Oficina de Deuxième -el servicio de inteligencia del ejército francés- que le dijeron que solo se le permitiría ver a Maslov si aceptaba espiar para Francia…
Antes de la guerra, Margaretha había actuado como Mata Hari para el Príncipe Heredero Wilhelm, el hijo mayor del Kaiser Wilhelm II y nominalmente un general alemán de alto rangoen el Frente Occidental. Los franceses quería que les pasara información sobre la estrategia de los alemanes.
Mata Hari
El matrimonio de Margaretha con Mac Leod.
A fines de 1916, Mata Hari viajó a Madrid, donde se reunió con el agregado militar alemán, , el Mayor Arnold Kalle, y le preguntó si podía concertar una reunión con el Príncipe Heredero. Durante este período, aparentemente ofreció compartir secretos franceses con Alemania a cambio de dinero, aunque aún no está claro si esto fue por codicia o por un intento de establecer una reunión con el Príncipe Heredero Wilhelm.
En enero de 1917, el Mayor Kalle transmitió mensajes de radio a Berlín describiendo las actividades útiles de un espía alemán con el nombre en código H-21, cuya biografía coincidía tan estrechamente con la de Margaretha que era evidente que el Agente H-21 solo podía ser Mata Hari.
La Oficina de Deuxième interceptó los mensajes, que estaban cifrados con un código que la inteligencia alemana sabía que los franceses ya habían roto, lo que sugiere que fueron ideados con la firme intención de exponerla. Mata Hari había caído en la trampa. El general Walter Nicolai, el jefe de inteligencia del ejército alemán, la entregó porque consideraba que Mata Hari no le había proporcionado ninguna inteligencia digna, sino que vendió a los alemanes un simple chisme parisino sobre la vida sexual de los políticos y generales franceses y decidió exponerla como espía alemana a los franceses.
Margaretha Zelle, cuando fue detenida por el ejército francés.
Finalmente, Mata Hari fue detenida en París el 13 de febrero de 1917 y acusada de espionaje. Tras un juicio lleno de irregularidades, es condenada a muerte. “Amo a los militares. Los he amado siempre y prefiero ser la amante de un oficial pobre que de un banquero rico”, declaró la espía durante el proceso.
Es la madrugada del 15 de octubre de 1917 y Mata Hari despierta en su celda de la prisión de Saint-Lazare, Vincennes, en las afueras de París. Tiene 41 años, se maquilla, viste sus mejores galas: traje de dos piezas, blusa escotada y medias. Guantes de cabritilla y cubierta con un abrigo azul a modo de capa y sombrero de tres picos. Se paró frente al pelotón de 12 soldados que tenía la orden de fusilarla: se niega a ser atada al poste y rechaza el ofrecimiento de vendar sus ojos. Mira al frente y lanza un beso al sacerdote que la atendió en sus últimas horas y otro a su abogado, uno de sus ex amantes. Una ráfaga de balas cae sobre su cuerpo, una da, certera, en el corazón. De todas formas, el oficial a cargo se acerca al cadáver de Mata Hari y le da el tiro de gracia en la cabeza. Ningún familiar, amigo o amante, se pronunció en su favor tras su fusilamiento ni reclamó su cuerpo.
Y así sucedieron los hechos de su fusilamiento:
En la mañana del 15 de octubre de 1917, un vehículo militar gris salió de la prisión Saint-Lazare, en el centro de París. En él, acompañada por dos monjas y su abogada, iba una mujer holandesa de 41 años, con un abrigo largo y un amplio sombrero.
Una década antes, esta mujer tenía a las capitales de Europa rendidas a sus pies. Fue una legendaria «femme fatale», conocida por sus bailes exóticos, y entre sus amantes había ministros, empresarios y generales.
Pero cuando inició la Primera Guerra Mundial, el mundo cambió. Ella pensó que podría seguir cautivando a toda Europa. Pero ahora, los hombres con sombrero de copa querían algo más que sexo. Querían información y eso sugería que ella debería espiar. Se convirtió en una Espía y estaba a punto de ser condenada a muerte.
¿Su crimen? Ser una agente pagada por Alemania, recopilar secretos de los oficiales aliados con los que se acostaba, y dárselos a los alemanes. Los periódicos sensacionalistas publicaron que era responsable de la muerte de miles de soldados aliados. Pero las evidencias presentadas en su juicio, y otros documentos, mostraron otra cosa: ella era una doble agente y pudo haber sido un chivo expiatorio.
Nuevas evidencias
Ahora, una centuria después, el Ministerio de Defensa francés publicó documentos hasta ahora secretos que arrojan una nueva luz sobre la espía más famosa de todos los tiempos.
Entre los documentos liberados se incluyen las transcripciones de sus interrogatorios por parte del servicio de contraespionaje francés en 1917. Algunos se exhiben en una muestra en el Museo Fries de su ciudad natal, Leewarden, en Holanda.
También está el telegrama enviado a Berlín de un agregado militar alemán en Madrid que condujo al arresto de Mata Hari en un hotel en los Campos Elíseos, y que más tarde sirvió como prueba clave en su breve juicio.
Ella tuvo una vida extraordinaria y trágica, un miserable matrimonio en las Indias Orientales Neerlandesas -actual Indonesia- y un olvidado triunfo como la diva de la Belle Epoque de París, donde sus sensuales bailes eran un billete al interior de los centros de decisión de la sociedad europea.
«Incluso sin el espionaje, Mata Hari sería recordada hoy por lo que hizo en las capitales de Europa en la primera parte del siglo pasado», dice Hans Groeneweg, curador del Museo Fries.
«De una u otra manera ella inventó el striptease como forma de danza. Tenemos su álbum en la exhibición y hay montones de recortes de periódicos y fotografías. Era una celebridad«.
Pie de foto, La notificación de la condena a muerte de Mata Hari.
Sin embargo, el mito de Mata Hari está dominado por el espionaje. A través de los años, muchos historiadores salieron en su defensa. Ella fue sacrificada -sostienen algunos- porque los franceses necesitaban encontrar un espía para explicar la sucesión de reveses en la guerra.
El telegrama
Hasta ahora, los detalles completos del interrogatorio por parte del procurador Pierre Bouchardon habían estado vetados para los historiadores.
Se sabía, sin embargo, que en 1916 -después de una breve estancia en Londres donde ella fue interrogada por el servicio secreto británico, el MI6- Mata Hari volvió a Francia vía España.
En Madrid se hizo conocida de Arnold von Kalle, el agregado militar alemán. La historia posterior dice que esto fue en cumplimiento de un acuerdo previo con la inteligencia francesa, con la que se comprometió a usar sus contactos alemanes para ayudar a los aliados.
Pero fue el telegrama de von Kalle el que la llevó a la ruina. En él, el oficial da a sus jefes en Berlín los detalles de un tal agente H21. Da direcciones, detalles bancarios y incluso el nombre de la fiel sirvienta de Mata Hari. Nadie que lo leyera tendría duda de que Mata Hari era el agente H21.
El telegrama, interceptado por la inteligencia francesa, está ahora visible en la exhibición en Leeuwarden. Más bien, la traducción oficial del telegrama. Y ahí está la trampa.
Según algunos historiadores, el episodio completo del telegrama es sospechoso.
Los franceses -se argumenta- hacía tiempo que habían descifrado el código con el que fue escrito el mensaje. Los alemanes lo sabían, y aún así, von Kalle envió el telegrama. En otras palabras, querían que los franceses lo leyeran.
Así que, según esta teoría, fueron los alemanes los que llevaron a los franceses a arrestar y ejecutar a su propia agente.
Pero hay otra teoría.
¿Doble agente o chivo expiatorio?
¿Por qué hay sólo una traducción en los archivos? ¿Dónde está el telegrama original? ¿Pudieron ser los propios franceses los que inventaron el documento para culpar a Mata Hari? Eso les daría su «espía». Y la opinión pública estaría satisfecha.
Ambas teorías hacen de Mata Hari una víctima. Tanto una como otra parte creyeron conveniente sacarla de en medio, y eso hicieron.
Pero los archivos franceses sacaron a la luz otro detalle, que, de hecho, relega esas hipótesis. Porque lo que muestran las trascripciones de junio de 1917 durante su interrogatorio, es que Margarethe Zelle confesó.
Le dijo a Bouchardon que sí había sido reclutada por los alemanes. Sucedió en 1915 en La Haya.
Pie de foto, Este broche de Mata Hari es el único objeto suyo en la exhibición en el Museo Fries.
Fuera de Francia cuando inició la guerra, ella estaba desesperada por volver a París. Karl Kroemer, cónsul alemán en Ámsterdam le ofreció los medios… si los ayudaba con cierta información de vez en cuando. Así se creó el agente H21.
Mata Hari insistió en sus interrogatorios en que ella solo quería obtener el dinero y escapar. Dijo que su lealtad estaba con los aliados y que lo había demostrado cuando prometió ayudar a la inteligencia francesa. Pero las evidencias contra ella estaban claras.
Llegando a Chateau de Vincennes, a las afueras de París, Mata Hari fue llevada a un poste frente a un pelotón de fusilamiento formado por 12 soldados, el comandante dio la señal, se oyó el sonido del disparo y Mata Hari se desplomó , guardemos la esperanza o contento de que el Ultimo oficial que se acercó con un revolver y le disparó una vez en la cabeza lo hizo para cerciorarse de que no hubiese vida que le dejara sufrir el dolor de las balas que habían entrado en su cuerpo, pero más que los disparos y el plomo ardiente entre sus carnes el dolor más brutal sería el desprecio, señalamiento, la culpa, el olvido y la tradición a la que fue sometida.
Después de la ejecución, nadie reclamó el cuerpo de Mata Hari. Fue entregado a la escuela de medicina de París donde se usó en clases de disección. Su cabeza se preservó en el Museo de Anatomía, pero durante un inventario hace unos 20 años se reportó que había desaparecido,Se presume que fue robada.
Es fabuloso que el mundo entero pueda conocer y celebrar este mes a las Mujeres que han hecho historia y recordarlas por sus logros
100 mujeres importantes en la historia que debe conocer
De científicas, líderes políticas, hasta artistas, actrices y deportistas. Conozca a las mujeres más importantes de la historia.
Foto: Wikimedia Commons, CC BY 0.0
Toda selección es arbitraria. Y es más arbitraria mientras más grande sea el universo del cual se hace. Por ejemplo el de las mujeres. El de todas las mujeres de la historia. Escoger solo cien –y tener el atrevimiento de decir que son las más importantes– puede parecer un despropósito. Pero no deja de ser un ejercicio valioso y agradable, en un mes por excelencia dedicado a la mujer.
Por eso este inventario sobre mujeres importantes en la historia puede ser controvertido, porque seguramente son millones que se quedan por fuera.
Líderes indiscutidas en muchas épocas y países: luchadoras incansables por sus derechos y los derechos de los demás; pilares del desarrollo material y espiritual de la humanidad; escritoras consagradas; actrices de primera línea: en todos los campos han sobresalido. En todos, con su acción o con su ejemplo, para bien o para mal, han contribuido a forjar el mundo en que vivimos.
Y en todos, ellas son más de cien. Quisimos, sin embargo, hacer una selección variada. Por eso no están todas las que son, ni son todas las que están. Y le dimos, claramente, un sesgo occidental.POR GISELLE TORRES Y ADRIANA HERRERA
Lo sabemos de sobra. Sabemos también que no es la primera vez que se elabora esta lista, y que no será la última. Por eso invitamos a los lectores a que nos digan, en su opinión quiénes faltan y quiénes sobran. Para nadie está de más volver a mirar la historia.
Mujeres importantes de Estado
1. Nefertiti (siglo XIV a. C.)
Iniciamos este listado de mujeres importantes con la reina del Antiguo Egipto. Fue la primera mujer que participó en las ceremonias del Estado, como esposa de Akhenaton. Juntos establecieron un culto monoteísta al dios solar Atón, que se enfrentó a la multiplicidad de los dioses egipcios.
2. La Reina de Saba (siglo X a.C)
Atraída por la sabiduría de Salomón, viajó desde Arabia acompañada de un fabuloso séquito para ofrendar al rey la fastuosidad de sus tesoros y el prodigio de su belleza. Pudo haber inspirado el hermoso poema de amor Cantar de los Cantares.
3. Aspasia (siglo V a.C.)
Bella e inteligente hetaira. Ayudó a Pericles a construir una época dorada para Atenas, en la cual bajo su protección florecieron las artes las más altas expresiones de la cultura griega.
4. Cleopatra (60-30 a. C.)
Hablaba varios idiomas y tenía gran conocimiento en astronomía y política. Conquistó a dos de los más grandes emperadores romanos: César y Marco Antonio, y mantuvo el poderío de Egipto a despecho de Roma hasta cuando Octavio derrotó sus filas. Entonces se hizo morder por un áspid.
5. Agripina (16-59)
Su crueldad y obsesión por poder llevaron a asesinar a su esposo, el emperador Claudio, para entronizar a su hijo Nerón. Este la asesinó porque no soportaba su tutela.
6. Juana de Arco (1412-1431)
Hija de humildes campesinos, unió su voluntad de guerrera con el poder de la revelación divina para expulsar a los ingleses de Orleans y hacer coronar al rey católico Carlos VIl como legítimo soberano. Murió en la hoguera y fue canonizada.
7. Isabel La Católica (1451 – 1504)
Bajo su égida se unificaron los reinos de Castilla y Aragón, y España se consolidó como la nación más poderosa de su tiempo. Derrotó a los moros y a los judíos y extendió las tierras de Corona hasta el horizonte vislumbrado por Colón.
8. Malinche (-¿1530?)
La labor de esta indígena como traductora y su visión política fueron fundamentales para asegurarle a su amante, Hernán Cortés, la conquista de México. Con la caída de Tenochtitlán vengó –de forma trágica para su raza– el rencor del pueblo tlaxcalteca contra los opresores aztecas.
9. Catalina de Aragón (1485-1536)
Hija de los Reyes Católicos. Primera esposa de Enrique VIII, quien la repudió para casarse con Ana Bolena. La condena del papa Clemente a este acto originó la separación del catolicismo por parte de Inglaterra y la fundación de la Iglesia Anglicana.
10. Catalina de Médicis (1519-1589)
Para acercarse a España y frenar la influencia de los hugonotes en Francia, mandó matar a Coligny, quien acercaba al monarca Carlos IX a las ideas la Reforma. Accedió a la matanza de protestantes en la noche de San Bartolomé en 1572.
11. Isabel I (1533-1603)
Hija de Enrique VIII y Ana Bolena. Durante su reinado convirtió a Inglaterra la potencia protestante de Europa. Derrotó la Armada Invencible española e inició la expansión colonial respaldando a piratas como Drake y Morgan.
12. Marquesa de Pompadour (1721-1764)
Francesa. Aristócrata, amante de Luis XV entre 1745 y 1750. Influyente en política y protectora de los enciclopedistas.
13. Catalina II la Grande (1729-1796)
Organizó un complot contra su esposo, el zar Pedro III, y se proclamó zarina en 1762. Invadió Crimea, Polonia y Turquía para convertir la nación rusa en un imperio expansionista. Compensó su despotismo protegiendo a sabios y filósofos.
14. Micaela Bastidas (mediados s. XVIII)
Acompañó a Túpac Amaru II en la rebelión que hizo tambalear en 1780 el dominio español en el Reino del Perú. Lo instó repetidas veces a que se tomara el Cuzco. Asistió al suplicio de sus hijos y recibió su propia muerte con altivez.
15. María Antonieta (1755-1793)
Esposa de Luis XVI de Francia. Fue odiada en la Corte por pertenecer a los Habsburgos de Viena, y entre el pueblo por sus despilfarros. Combatió la monarquía constitucional tras la Revolución Francesa. Murió en la guillotina.
16. Victoria I de Inglaterra (1819-1901)
Reina de Gran Bretaña e Irlanda. Bajo la moral puritana que ella impuso, surgió el capitalismo industrial y se consolidó el imperialismo inglés (en 1858 la India se convirtió en virreinato de esa nación).
Políticas modernas
17. Rosa Luxemburgo (1871-1919)
La primera en la lista de mujeres importantes en la política trabajó como periodista para el Partido Socialdemócrata Alemán, y sus obras tuvieron gran importancia teórica. Fue detenida durante la revuelta berlinesa, murió asesinada.
18. Alexandra Kollontai (1872-1052)
Fue miembro del Comité Central y Comisaría Superior de Seguridad Social del primer gobierno soviético. Primera mujer diplomática y embajadora.
19. Dolores Ibarruri (1895- 1989)
La Pasionaria. Fundadora del partido comunista español. Una de las figuras clave de la Guerra Civil española. Exiliada en Rusia tras la derrota, fue secretaria general y presidenta del partido. Regresó a España tras la muerte de Franco.
20. Golda Meir (1898-1978)
Nació en Rusia y creció en América. El dolor de los ghettos la llevó a una lucha que culminó con el reconocimiento del Estado de Israel. Fue secretaria general del partido laborista y luego Primer Ministro entre 1969 y 1974.
21. Sinimavo Bandaranaike (1916- 2000)
Presidenta del partido comunista de Sri Lanka (Ceilán), ganó las elecciones de 1960 y se convirtió en la primera mujer elegida democráticamente como Primer Ministro, Gobernó durante cinco años.
22. Indira Gandhi (1917-1984)
Ocupó varias veces el cargo de Primer Ministro de la India y gobernó bajo tendencias socializantes que acercaron la India de la URSS. Apoyó la independencia de Bangladesh de su país, La asesinaron miembros sikhs de su guardia personal.
23. Eva Duarte (1911-1952)
A los 28 años, tras conocer a Perón, pasó de cabaretera y actriz de mediana categoría a primera dama de su país. Ayudó a los ”descamisados» como ministra no oficial de Trabajo y Salud. Su temprana muerte la convirtió en una leyenda.
24. Margaret Thatcher (1925- 2013)
Primer Ministra de Gran Bretaña. Se le conoce como la «Dama de Hierro». Defendió la posesión inglesa sobre Las Malvinas, aplicó una rigurosa política de control a la inmigración e impuso el monetarismo en lo económico.
25. Vigdis Finnbogadottir (1930)
Primera Presidenta electa de un país. Asumió el gobierno de Islandia en 1980 y fue reelegida dos veces. Reconocida además como directora de teatro y gran embajadora cultural.
26. Corazón Aquino (1933-2009)
Desde 1983, cuando fue asesinado su esposo Benigno Aquino, encabezó la oposición al dictador de Filipinas, Ferdinando Marcos. Fue elegida Presidenta para el período 1986-1991. Sobrevivió varios golpes de Estado.
27. Benazir Bhuto (1953-2007)
Primera mujer en dirigir un Estado musulmán. Ocupó el cargo de Primer Ministro de Pakistán entre 1988 y 1990, tras el asesinato de su esposo.
28. Violeta Chamorro (1929)
Esposa de Pedro Joaquín Chamorro, líder de la oposición contra el dictador Anastasio Somoza, tras la caída de éste formó parte de la Junta de Reconstrucción Nacional. Presidenta de Nicaragua desde 1990 hasta el 10 de enero de 1997.
Mujeres importantes en la historia: luchadoras por los derechos civiles
En plena Edad Media atravesó la ciudad de Coventry (Inglaterra) a caballo y completamente desnuda. Su esposo, el conde de Chester, había impuesto esa condición para acceder a sus peticiones de rebajar a la población los tributos que abrumaban a la población.
30. La Gaitana (siglo XVI)
Cacica indígena colombiana. Enardecida por la muerte de su hijo, reclutó un ejército de 6.000 hombres con el que se tomó la población huilense de Timaná e hizo prisioneros a los españoles dirigidos por Pedro de Añasco, a quien ejecutó para vengar el oprobio sufrido por su raza.
Colombiana. En 1871 encabezó una rebelión de su pueblo natal, el Socorro, contra los tributos impuestos por la Corona española. La insurrección dio origen al movimiento comunero.
32. Mary Wollstonecraff (1759-1797)
Primera feminista reconocida. Su tratado Reivindicación de los derechos de la mujer influyó en la lucha por la conquista del sufragio femenino en la Inglaterra del siglo XIX. Madre de Mary Shelley, autora de Frankenstein.
33. Policarpa Salavarrieta (1795-1817)
Trabajando como costurera de las mujeres de los realistas, espiaba los movimientos de sus ejércitos y enviaba la información a las guerrillas patrióticas de los Llanos Orientales. En el instante de su fusilamiento público, incitó a la independencia.
34. Flora Tristán (1803-1844)
Socialista francesa, hija ilegítima de un peruano y una francesa. Defensora del divorcio y el amor libre e impulsora del feminismo moderno.
35. Elizabeth Cady Stanton (1815-1902)
Otra pionera de la lucha feminista: fundó el Movimiento por los Derechos de la mujer en Estados Unidos y organizó en 1948 primera asamblea feminista de América.
36. Susan B. Anthony (1820-1906)
Fundó la asociación por la Igualdad de Derechos, para luchas por el sufragio femenino en Estados Unidos. Escribió el texto acogido en 1920 como la Decimonovena Enmienda de la Constitución.
37. Emmeline Pankhurst (1858-1928)
Fundadora de la Women’s Social and Political Union, movimiento que encabezó la campaña por el derecho al voto de la mujer en Gran Bretaña hasta lograrlo en 1918.
38. Emily Greene Bach (1867-1961)
Pacifista norteamericana, compartió el Nobel de la Paz en 1946 con J. R. Mott. Fundó la Liga Internacional de Mujeres por la Paz la Libertad.
39. Margaret Sanger (1883-1966)
Pionera del movimiento por el control de la natalidad en Estados Unidos lideró una campaña por el derecho de la mujer a controlar el embarazo.
40. María Cano (1887-1967)
Dirigente del Partido Socialista Revolucionario, creado en Bogotá en 1927. El 10 de mayo de 1925 fue elegida Flor del Trabajo. Recorrió las plazas públicas alentando el sindicalismo las luchas obreras y denunciando la injusticia social.
41. Betty Friedan (1921- 2006)
Estados Unidos. Es una de las más aguerridas activistas por la liberación femenina en este siglo. Su libro Mística femenina, publicado en 1963 renovó el feminismo. Creó la revista Ms, la primera escrita exclusivamente para y por las mujeres.
42. Rigoberta Menchú (1959-)
Líder indígena guatemalteca, Premio Nobel de la Paz en 1992. Ha logrado importantes reivindicaciones en los derechos de indígenas, que son una parte importante de la población guatemalteca.
Actrices, cantantes y bailarinas
43. Clara Schumann (1819-1896)
Música. Esposa de Robert Schumann. Excelente ejecutora del piano, arreglos de muchas obras de su esposo y compuso su propio repertorio.
44. Sara Bernhardt (1844-1923)
Actriz dramática francesa que llegó a ser una de las figuras míticas de este siglo. Su interpretación de Juana de Arco es inolvidable. Alquiló el Teatro de las Naciones París, al que le dio su nombre.
45. Mata-Hari (1876-1917)
Seudónimo de la bailarina holandesa Margaretha Zelle, quien se hizo famosa durante la Primera Guerra Mundial interpretando danzas orientales, pero cuya leyenda se formó por sus labores como espía en favor de los alemanes. Murió fusilada.
46. Isadora Duncan (1878-1927)
La bailarina más famosa del mundo. Renovó el clasicismo con un nuevo estilo danza. Fue la primera en escoger como acompañamiento la música de los clásicos. Invitada por Lenin, fundó escuela de danza en Moscú.
47. Ana Pavlova (1882-1931)
Rusia. Una de las bailarinas más aclamadas del mundo. Llevó al arte clásico del ballet a la perfección con su interpretación como solista en La muerte del cisne. creada por M. Fokin para ella.
48. Greta Garbo (1905)
Esta actriz de cine sueca, llamada “La divina», se convirtió en uno de los más grandes mitos del séptimo arte.
49. Edith Piaf (1915- 1963)
Cantante francesa muy popular. Su incomparable voz conmovió al mundo, que vibró con la intensidad de sus canciones llenas de melancolía y dramatismo.
50. Ingrid Bergman (1915-1982)
Actriz de cine sueca, ganadora de tres premios Oscar. Famosa, entre otras cosas, por su actuación en la película Casablanca.
51. Margot Fonteyn (1919-1991)
Una de las mejores bailarinas de nuestro tiempo. En 1956 fue nombrada Dama del Imperio Británico, en reconocimiento a sus aportes al ballet.
52. María Callas (1923-1977)
Cantante lírica y dramática griega. El registro de su voz y su capacidad interpretativa hicieron de ella una leyenda. Su verdadero nombre era Maria Ana Kalogeropoulos.
53. Sofia Loren (1934-)
Actriz italiana. Le aportó al cine su talento Interpretativo, su belleza legendaria y su fuerza femenina. Ganó un Oscar en 1961 por la película Dos mujeres. Treinta años más tarde, recibió un nuevo Oscar por el conjunto de su carrera.
Poetisa de estructura amorosa y popular, llamada «El Fénix de México”.
55. Jane Austen (1775 -1817)
Novelista inglesa de gran popularidad. Su obra ‘Orgullo y prejuicio’ se considera precursora del modernismo. Otra de sus obras, ‘Sensatez y sentimientos’ fue llevada al cine en 1995, con éxito.
56. George Sand (1804-1876)
Junto con Victor Hugo transformó la literatura francesa en una expresión de la sociedad. Tan combativa fue en su afirmación de la independencia femenina como en su trabajo por hacer de la literatura un arte popular.
57. Harriet Beecher Stowe (1811-1896)
En 1952, la publicación de su novela ‘La cabaña del Tío Tom’, centrada en el drama del esclavismo norteamericano, aceleró el proceso que una década más tarde precipitó la Guerra de Secesión y la posterior proclamación del abolicionismo.
58. Emily Jane Bronte (1818-1914)
La más famosa de las hermanas escritoras se inmortalizó con su novela ‘Cumbres borrascosas’, que alcanza una impresionante intensidad dramática en sus personajes.
59. Emily Dickinson (1830-1886)
Poetisa norteamericana apreciada en todo el mundo por sus poemas cortos, de inspiración delicada y espontánea.
60. Bertha von Suttner (1843-1914)
Escritora austríaca infatigable luchadora en favor de la paz. Su novela ‘¡Abajo las armas!’ le hizo merecer en 1905 el primer Premio Nobel de Paz. Su vida alentó la decisión de Alfred Nobel de crear los premios que llevan su nombre.
61. Selma Lagerlöf (1857-1940)
Novelista sueca, primera mujer ganar el Premio Nobel de Literatura 1909. Su obra ‘El maravilloso viaje de Nils Hòlgerson’ a través de Suecia es uno de los intentos más hermosos de recrear para los niños la geografía de un país.
62. Pearl S. Buck (1892-1973)
Estadounidense. Sus descripciones épicas de la vida campesina de China ‘La buena tierra: Viento del Este: Viento del Oeste’, y sus obras maestras biográficas, la hicieron merecedora del Premio Nobel de Literatura en 1938.
63. Virginia Woolf (1882-1941)
Uno de los pilares de la literatura inglesa del siglo XX, exploró las posibilidades del lenguaje y rompió los parámetros de la narrativa tradicional. Su extrema sensibilidad llevó al suicidio.
64. Gabriela Mistral (1889-1957)
Chilena, maestra de escuela cuyo nombre verdadero era Lucila Godoy. En 1945 se convirtió en el primer autor latinoamericano en ganar el Premio Nobel de Literatura.
65. Alfonsina Storni (1892-1938)
Poetisa argentina, nacida en Suiza. Defendió la expresión de sensibilidad femenina. Buscó la muerte adentrándose en el mar, y este acto selló su leyenda.
66. Agatha Christie (1892-1983)
Escritora prolífica nacida en Gran Bretaña, se convirtió en una maestra del género policiaco y del manejo del suspenso. Inmortalizó detective Hércules Poirot.
Su obra –‘Memorias de Adriano, Un hombre oscuro’. Transita por la conciencia de la historia. Su perfección literaria la convirtió en la primera mujer miembro de la Academia Francesa de la Lengua.
68. Marguerite Duras (1914-1996)
Francesa nacida en Indochina (Vietnam) Profundamente autónoma, su literatura se construye con el erotismo como categoría estética y con una descarnada introspección en el alma humana. Fue también dramaturga v directora de cine.
69. Simone de Beauvoir (1910- 1986)
Francia. Compañera de Jean-Paul Sartre, padre del existencialismo. Sus obras ‘El segundo sexo’ y ‘La mujer rota’ se convirtieron en ejes de la reflexión existencial sobre la condición de la mujer influyeron enormemente en el feminismo mundial.
70. Nadine Gordimer (1923- 2014)
Autora surafricana. Sus novelas expresan las tensiones relacionadas con el racismo de su continente. Premio Nobel de Literatura en 1991.
71. Ana Frank (1929-1945)
Obligada a sobrevivir ocultándose de los nazis en el sótano de una habitación, siendo aun casi una niña escribió un diario que se convirtió en uno de los testimonios más impresionantes del holocausto judío.
72. Toni Morrison (1931- 2019)
La más importante novelista afroamericana. Sus obras son verdaderos tratados sobre la situación de los negros en Estados Unidos. Premio Nobel de Literatura en 1993.
73. Oriana Fallaci (1933- 2006)
Periodista italiana. Su ‘Entrevista con la historia’ reúne los reportajes realizados a personajes en cuyas manos ha estado el destino de la humanidad en este siglo. Crítica del ejercicio del poder, ejerce un periodismo impecablemente documentado.
Líderes espirituales
74. María
Madre de Jesús. Hija de San Joaquín y Santa Ana. Encarnó la visión del cristianismo que en medio de la sociedad romana esclavista y patriarcal no hacía distinción entre hombres y mujeres, ni entre esclavos y libres.
75. Santa Clara (1193-1253)
Italiana. Compañera Francisco de Asís en su lucha por la austeridad en las órdenes religiosas. Fundadora de la Orden de las Clarisas.
76. Teresa de Ávila (1515-1582)
Contribuyó a crear el Siglo de Oro español. Fue canonizada 80 años después de su muerte y proclamada doctora de la Iglesia en 1970. Reformó, junto con San Juan de la Cruz, la Orden de los Carmelitas. Su Castillo interior es una obra inmortal.
77. Sor Teresa de Calcuta (1910-1997)
Nació en Albania. A los 18 años se unió a la Orden de las Hermanas de Nuestra Señora de Loreto y se radicó en la India donde ha promovido una gran cruzada caritativa en favor de los pobres de Calcuta. Premio Nobel de la Paz en 1979.
Científicas
78. Marie curie o Marie Sklodowska (1867 1934)
Nobel de física en 1903 por investigaciones sobre los fenómenos de radiación y Nobel de Química en 1911 por el descubrimiento del radio y el polonio.
79. Melanie Klein (1882-1960)
Inglesa. Pionera del Psicoanálisis de niños. Inventó la terapia del juego.
80. Theresa Cori Gerty (1896-1957)
Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1947 –compartido con su esposo por sus estudios sobre el metabolismo.
81. Irene Joliot Curie (1897-1956)
Hija de Marie Curie, Recibió Premio Nobel de Química en 1935 por la síntesis de nuevos elementos radioactivos.
82. Bárbara Mc Clintock (1902-1992)
Nobel de Medicina en 1983 por el descubrimiento de elementos de genética móvil.
83. María Goeppert Mayer (1906-1972)
Alemano-americana, Premio Nobel de Física en 1963 por sus descubrimientos sobre la estructura de envoltura del núcleo atómico.
84. Rita Levi-Montalcini (1909-2012)
Italiana. Nobel de Medicina en 1986 por sus investigaciones sobre el desarrollo del sistema nervioso. Durante la guerra trabajó en su propia casa.
85. Gertrude Elion (1918-1999)
Nobel de Medicina en 1988. Contribuyó al desarrollo de varias drogas que hoy son esenciales para el tratamiento enfermedades como el herpes y la leucemia.
86. Rosalyn Yalow (1921-2011)
Premio Nobel de Medicina en 1977 por el desarrollo de ensayos radioinmunes de la hormona péptida.
87. Jane Goodall (1934)
Desde 1900 ha trabajado en el Parque Nacional de Gamba, de Tanzania en investigaciones sobre chimpancés. Su aporte en este campo es considerado revolucionario.
88. Margaret Mead (1901-1978)
Antropóloga estadounidense, realizó importantes trabajos de campo en Samoa, Nueva Guinea, Bali y América del Norte. Obras como ‘Cultura y Compromiso’ profundizan la relación entre cultura y psicología y son clásicos de la antropología.
Mujeres importantes en otras actividades y disciplinas
89. Florence Nightingale (1820-1910)
Perteneciente a la clase alta inglesa por amor a la humanidad participó en la guerra de Crimea, curando heridos mejorando el cuidado de los enfermos. Su labor la llevó a organizar la formación de enfermeras.
90. María Montessori (1870-1952)
Pedagoga. Ideó un método de enseñanza para los niños mentalmente deficientes, que luego aplicó a niños normales. Su obra tuvo gran influencia en todo el mundo.
91. Coco Chanel(1883-1971)
Francesa reformadora del vestido femenino en 1920. Su nombre: Gabrielle. Creadora de bisutería y perfumes que llegaron a ser sinónimo de lujo en todo el mundo.
92. Amelia Earhart (1898-1937)
Aviadora norteamericana. Primera mujer en sobrevolar el Atlántico, en 1932. Desapareció en 1937 mientras le daba la vuelta a la Tierra.
93. Camile Claudel (1864-1943)
Escultora francesa. Discípula de Rodin, a quien al parecer ayudó a dar la forma definitiva a varias de sus obras. La trágica historia de amor que vivió con él y su temperamento sensible la acercaron a la locura. Su obra es reconocida mundialmente.
94. Frida Khalo (1910-1954)
Pintora mexicana de gran fuerza expresiva. Su vida, así como las imágenes de sus pinturas, fue de gran intensidad dramática. Estuvo casada con el muralista Diego Rivera. Sus autorretratos son mundialmente famosos.
95. Katherine Graham (1917-2001)
A la muerte de su esposo se hizo editora de The Washington Post. Bajo su responsabilidad se publicaron ‘Los papeles del Pentágono’ y el caso ‘Watergate’.
96. Mary Quant (1934)
Gran Bretaña. Famosa por crear la minifalda en los pasados años 60.
97. Larissa Latynina (1935)
Una de las gimnastas más importantes del siglo XX. En tres Olimpiadas ganó medallas de oro, 15 de plata y 5 de bronce, más que cualquier otro atleta. Fue invencible de 1954 a 1964.
98. Valentina Tereshkova (1937)
Soviética. Primera mujer enviada al espacio, el 20 de junio de 1962, en la nave Vostok VI.
99. Sally Ride (1951-2012)
Primera mujer astronauta de los Estados Unidos. Participó en el séptimo vuelo del proyecto Challenger en 1983.
100. Ruth Joan Bader (1933- 2020)
Estadounidense. Bader trabajó de 1993 hasta 2020 como jueza de la Corte Suprema de los Estados Unidos, nombrada por el presidente Bill Clinton. Su trabajo se enfocó en ayudar a lograr más igualdad entre hombres y mujeres.
Eres tu parte de este linaje de guerreras? Llevas la fuerza de este arquetipo dentro de ti?
De todas las innumerables historias de mujeres maravillosas que hemos conocido una de las más populares es la de las Amazonas…una extensa Tribu de Mujeres guerreras que solía habitar nuestras tierras desde el antiguo mundo hasta el nuevo que hoy conocemos y lo cual ha dado pie para la creación de cuentos, caricaturas y películas famosas que se basan en las vivencias y aventuras de estas grandes heroínas.. Conozcamos más acerca de estas mujeres empoderadas a través del siguiente compilado informativo… de antemano gracias a los autores e investigadores por la información recolectada.
Para evitar la extinción de su pueblo, estas mujeres viajaban a las localidades vecinas una vez al año para tener relaciones con los hombres. Si engendraban varones, se deshacían de ellos. En algunos escritos antiguos se dice que los mataban, en otros, que los devolvían a sus pueblos, a sus progenitores. A las niñas, desde pequeñas, se dice que les cortaban el pecho derecho, cauterizándoles la zona con un instrumento incandescente específicamente creado para ello. El fin de esta acción eran desarrollar su brazo y hombro derecho para ser más fuertes y eficaces con el arco y la lanza. Sin embargo, en las representaciones artísticas que se conocen, estas mujeres guerreras aparecen con ambos pechos al aire o con el derecho cubierto y no se aprecia si tenían el pecho seccionado. De esta característica física dicen que vendría su nombre en griego clásico“a” (privativo) “mazos” (pecho), es decir las “sin pecho”
El legado de las amazonas
A lo largo de la historia, las amazonas aparecen en numerosos relatos. Se dice que la reina amazona Talestris intentó seducir a Alejandro Magno presentándose en uno de sus campamentos con un cortejo de 300 mujeres con la intención de quedarse embarazada. Hasta el mismísimo Cristobal Colón, en su primer Diario de Viaje, menciona que los indios le habían hablado de un poblado exclusivamente femenino que una vez a la año asaltaba a los hombres de las tribus vecinas para procrear y que devolvían a los varones engendrados.
Mito o realidad, las historias de las amazonas se repiten situándolas a un hemisferio u otro del planeta, y de ellas nos ha quedado la imagen de mujeres aguerridas y valientes que luchaban y cabalgaban como hombres. Ahora que tenemos más detalles sobre ellas podéis seguir investigando o contándonos lo que conocéis de este personaje de la mitología griega.
»Antes de que Amazon llegara a nuestras vidas para traernos a casa toda clase de caprichos, el nombre de ‘Amazona’ lo ostentaban las legendarias guerreras mitológicas que, según las historias griegas, se cortaban presuntamente un pecho para disparar mejor con el arco y formaban una sociedad exclusivamente femenina. No es casualidad que el río Amazonas se llame así gracias a ellas, pues cuando los conquistadores españoles encontraron en la zona tribus indias con mujeres aguerridas que defendían el territorio, le pusieron el nombre en su honor»
Pero, ¿existieron realmente las Amazonas o son solo parte de las leyendas, como el Minotauro o la Medusa?
Según informa ‘Live Science’, durante mucho tiempo se ha asumido que no se trataba más que de una fantasía, documentada por primera vez en el siglo VIII por Homero. Sin embargo, en la década de los 90 los arqueólogos comenzaron a identificar esqueletos de mujeres enterrados en tumbas de guerreros, algunos con heridas de combate y puntas de flecha incrustadas en sus huesos. Además, se habían enterrado con armas que coincidían con las que tenían las míticas Amazonas.
Estas guerreras nómadas formaban parte de un antiguo grupo de tribus conocido como ‘escitas’, maestros de la equitación y el tiro con arco
«Gracias a la arqueología ahora sabemos que estos mitos amazónicos, que antes se pensaba que eran pura fantasía, contienen detalles precisos sobre las mujeres nómadas esteparias, algo así como las contrapartes históricas de las míticas Amazonas», explica Adrienne Mayor, investigadora de la Universidad de Stanford. Estas guerreras nómadas formaban parte de un antiguo grupo de tribus conocido como ‘escitas’, maestros de la equitación y el tiro con arco (como las Amazonas) y vivieron en un vasto territorio de la estepa euroasiática, que se extiende desde el Mar Negro hasta China, desde el 700 a.C hasta el 500 d.C aproximadamente.
Según la mitología (azuzada por historiadores como Heródoto o Plutarco) las amazonas eran un pueblo de mujeres guerreras expertas en el uso del arco y más que diestras a la hora de cabalgar. La leyenda, con todo, ha tenido un doble rasero con ellas. Y es que, afirma también de ellas que se quemaban el seno derecho para que este no les molestara a la hora de apuntar y disparar; que odiaban a los hombres (únicamente mantenían relaciones sexuales con ellos una vez al año para perpetuar su linaje); y que ahogaban en muchos casos a sus vástagos si estos eran varones.
Sin embargo, a día de hoy su existencia se encuentra entre la realidad y la leyenda. Un debate que ha vuelto a reabrirse después de que se haya estrenado en los cines el popular largometraje « Wonder Woman» (la princesa amazona más famosa de los cómics).
La llegada a la gran pantalla de esta película ha sido aprovechada por algunos historiadores como John Man.
El también antropólogo ha publicado recientemente una obra en la que -según sus palabras- demuestra que el mito sobre estas combatientes es «una auténtica basura y una verdadera tontería». Al menos, así lo afirmó la semana pasada en una entrevista concedida al diario « Daily Mail».
En palabras de Man, la leyenda de las amazonas fue fabricada por los griegos con el objetivo de «apuntalar su idea de sí mismos». La explicación que aporta el historiador y antropólogo es sencilla: aunque estas «inexistentes» guerreras eran letales, sus atributos más laureados eran los que habitualmente se asociaban al género masculino.
Con todo, otros expertos como el arqueólogo Carlos Alonso del Real fueron más benévolos en vida con dichas guerreras. Este autor español (uno de los grandes estudiosos del tema en nuestro país) no dudó en vida de la historicidad de dichas mujeres y estudió de forma exhaustiva cuál era la realidad y cuál la leyenda sobre ellas. En todo caso, la pregunta sigue viva… ¿Realidad o mito?
El mito
Tal y como afirma Liliana Pégolo (del Instituto de Historia Antigua de la Universidad de Buenos Aires) en su dossier « Del mito de las amazonas a las mujeres santas»: «la narración fabulosa de las amazonas entra en la historia cultural griega durante la primera mitad del siglo VI a.C.». A partir de ese momento se las empieza a definir (según determina el autor José Antonio Solís en su obra « Mujeres de capa y espada») como «un grupo de mujeres guerreras, supuestamente hijas de Ares, siendo su madre en la mayoría de los casos, Harmonia». De esta guisa, aquella tribu tendría la sangre del mismísimo dios de la guerra y de la diosa de la armonía y la concordia.
Con todo, esta es una de las teorías mitológicas que, entre otros, defendió Apolonio de Rodas (siglo III a.C.). Este autor era partidario de que Harmonia era la amante de Ares, y no su hija (como hasta ese momento se creía). Así lo afirma en el Canto II de las Argonáuticas (su obra más destacada): «Que no eran en vano [las amazonas] de la raza de Ares y la Ninfa Harmonia, aquella que al dios Ares le alumbró unas hijas amantes de las guerras tras haberse acostado con él en la espesura del bosque de Acmón».
Independientemente de los líos de faldas, de las amazonas ya se había hablado anteriormente. Ejemplo de ello es que Homero (siglo VIII a.C.) las define en la Íliada como una tribu de guerreras «varoniles».
El combate de las amazonas – Rubens
En todo caso, tanto para Solís, como para otros autores como Elsa Felder (quien desvela los pormenores de dichas guerreras en « Vida y pasión de grandes mujeres»), estas letales combatientes se organizaban en un estricto sistema matriarcal en el que la máxima autoridad era la reina. Una gobernante, por cierto, cuya forma de acceder al trono es desconocida a día de hoy. Ya fuera por herencia o por valentía en el combate, esta regente gobernaba una región que (según la mayoría de los historiadores clásicos) era exclusivamente femenina.
Pero, ¿dónde residían estas mujeres tan peculiares? La lista de sus posibles asentamientos es innumerable atendiendo a las fuentes, pero la mayoría de autores coinciden en ubicarlas en los alrededores del Cáucaso.
«Los griegos les atribuían existencia histórica y colocaban su reino, ora en las pendientes del Cáucaso, ora en Tracia, o en la Escitia meridional, en las llanuras de la orilla izquierda del Danubio», destaca la autora en su obra. Apolonio de Rodas, por su parte, sitúa la región en la que vivían las amazonas en la costa de Ponto Euxino(Mar Negro), junto a la desembocadura del río Termodonte (al norte de la actual Turquía): «Más allá de la desembocadura del Termodonte expande sus aguas en un golfo tranquilo a los pies del cabo Temiscirio, tras haber atravesado una amplia llanura. Allí se encuentra la llanura de Deante, y cerca de ella las tres ciudades de las Amazonas».
Guerreras a caballo
Solís y Felder coinciden en que -según la tradición- las amazonas fueron las primeras en montar a caballo. Y no solo eso, sino que mantenían una relación especialmente buena con los jamelgos y se entrenaban durante horas para ser unas verdaderas maestras en el arte de la equitación.
En palabras del primer autor, de hecho, cabalgaban de una forma tan perfecta que «podían bailar encima del caballo, levantarse cuando iban a galope, saltar de un caballo a otro y saltar sin silla a través del fuego». Tal era su nivel de compenetración con sus monturas, que el nombre de muchas de estas guerreras estaba formado por el prefijo griego «Hipo-» («caballo»). Ejemplo de ello fue -entre otras tantas- la reina Hipólita.
Representación de una amazona (siglo V a.C.) – Wikimedia
Si su primera virtud era el saber montar a caballo, la segunda era su capacidad para el combate. Ya fuera a pie o en montura (preferían lo segundo) guerreaban utilizando un amplio arsenal de hachas de batalla, espadas y escudos de media luna. Con todo, su arma favorita era el arco.
De hecho, su puntería era extremadamente buena por una razón que explica (entre otros autores) el médico griego Hipócrates, y que replica Felder: «Se aseguraba que a las niñas les cercenaban el seno derecho para que al ejercitarse en el tiro con arco y flecha, en el que eran las amazonas extraordinarias, pudieran sujetar con comodidad dicho arco sobre el pecho». Al parecer, de esta leyenda podría provenir su nombre ya que, en griego, el término «amazoi» significa «sin pecho». Con todo, esta es sólo una de las teorías. Otras afirman que su origen es el vocablo iraní «hamazam» (cuya traducción viene a ser «guerreras»).Si su primera virtud era el saber montar a caballo, la segunda era su capacidad para el combate
Por otro lado, también se afirma que las amazonas fueron de las primeras en usar el hierro; que eran sumamente bellas (Pégolo las define como «mujeres hermosas y sexualmente apetecibles que subliman sus deseos sexuales»); y que se vestían con una túnica muy ceñida y corta que abierta habitualmente a un lado para que sus enemigos viesen su figura. «Su objetivo no era enseñar a los extranjeros que vestían un atuendo fantástico, sino indicarles explícitamente que eran mujeres y estaban guerreando contra hombres» afirma, en este caso, Solís.
En cuanto a su culto, rendían pleitesía a Artemisa (diosa de la caza). Así lo cree y lo deja patente la historiadora Sarah B. Pomeroy en « Diosas, rameras, esposas y esclavas», un libro en el que explica que esta deidad era «una cazadora diestra en el uso del arco» que prefería «emplear su tiempo en la montaña y en los bosques, junto a los animales, lejos de la compañía de hombres y de los dioses».
Hombres ‘odiosos’
Guerreras letales, geniales arqueras, y excelentes a la hora de cabalgar en batalla. Las amazonas han pasado a la historia por esta retahíla de características. Sin embargo, también se han hecho famosas por su extremo odio hacia los hombres. Su misandría queda reflejada en que -atendiendo a la mayoría de las fuentes- residían en comunidades en las que los hombres tenían prohibido el acceso.
Con todo, y como suele suceder con la mayoría estas leyendas con siglos y siglos de antigüedad, algunos autores también son partidarios de que algunos hombres vivían con ellas. Aunque eso sí, como sirvientes y llevando a cabo únicamente las tareas más bajas de la sociedad.
En todo caso, en lo que sí coinciden una gran parte de los autores es en que las guerreras amazonas solían guardar celibato durante casi toda su vida. Tan solo yacían con hombres una vez al año, cuando visitaban a los varones de las tribus vecinas (la más famosa es la de los Gargarios). Y lo hacían únicamente con el objetivo de perpetuar su tribu.
Es precisamente en este punto donde la historia (verdadera o no) de las amazonas se pone macabra. Y es que, una de las teorías sobre la tribu señala que no tenían piedad si daban a luz a un varón. Así lo afirma el historiador Javier Ocampo López en su obra « Mitos y leyendas latinoamericanas»: «Después de los partos, las amazonas mataban a los varones». Con todo, otra versión afirma que no los asesinaban, sino que únicamente les arrancaban los ojos antes de devolverles con sus padres. La interpretación más amable determina que se limitaban a dejarles salir de sus dominios para que huyeran
Talestris, reina de las amazonas, visitando a Alejandro Magno – Wikimedia
Esta última es apoyada, por ejemplo, por la catedrática en historia antigua Ana Iriarte Goñi en su libro « De amazonas a ciudadanos», quien es partidaria de que «tras dar a luz a los retoños así concebidos, las amazonas se quedaban con las niñas y entregaban los niños al grupo de padres, quienes los admitían individualmente con la duda razonable de que el niño recibido sea su descendiente».
Con las hembras eran más benévolas. Si daban a luz a una niña la entrenaban en la caza y en el arte de la guerra para que fuera una futura guerrera amazona. Y lo hacían, por cierto, mediante la leche del pecho izquierdo.
En todo caso el valor de las amazonas, así como su odio hacia los hombres, dejó una huella imborrable en la historia. Una marca que quedó patente, por ejemplo, en el discurso fúnebre del orador ático Lisias (siglo V a.C.): «Existieron en tiempos las Amazonas, hijas de Ares […] Y eran consideradas más bien como varones por su valor que como hembras por su sexo; pues, con respecto a los varones, parecía mayor la superioridad de sus espíritus que la inferioridad de su apariencia. Dominaban muchas razas y tenían de hecho avasallados a sus vecinos».
Pentesilea y Hipólita
Al igual que las mismas amazonas, las gestas militares de estas combatientes se debaten entre el mito y la leyenda. Virgilio (siglo I a.C.) afirma en su «Eneida» que, durante la guerra de Troya, estas mujeres acudieron en ayuda de Príamo para defender la ciudad. En su texto, el poeta explica el combate que mantuvo (presuntamente) la reina de esta tribu, Pentesilea, contra el héroe Aquiles.
«La fogosa Pentesilea conduce las huestes de las amazonas, con sus broqueles en forma de media luna, y brilla por su ardor en medio de la muchedumbre, atando el dorado ceñidor bajo el descubierto pecho, y guerrera virgen, osa competir en denuedo con los hombres. La lucha no fue precisamente bien para nuestra protagonista, pues murió después de que su enemigo le clavara una lanza en el pecho. Se cuenta que, cuando el varón levantó el casco de la guerrera, quedó prendada totalmente de su belleza.
Pero la historia de Pentesilea no fue la única de una destacada amazona. Otra de ellas fue Hipólita. Según narra la mitología (y partiendo de la base de que existen múltiples versiones sobre el devenir de esta mujer atendiendo a las fuentes) la guerrera fue una de las más destacadas de su tribu. Sin embargo, tuvo la mala suerte de toparse con Hércules quien, como parte de sus populares « trabajos», recibió el encargo de robarle a la regente su ceñidor. Una prenda similar a un cinturón de castidad que había recibido del mismísimo Ares.
La muerte de Pentesilea
En palabras de Felder (quien se basa, a su vez, en los textos de historiadores y poetas clásicos como Heródoto) Hércules se presentó ante la misma Hipólita dispuesto a arrebatarle el cinturón de castidad.
Hyppolita
Pero no le hizo falta, pues la misma monarca se lo ofreció voluntariamente junto con su virginidad. «Por desdicha de la pareja, era tradición entre las amazonas que, antes de acostarse con un hombre, lucharan con él para probar si la fortaleza del elegido le hacía digno de gestar sus futuras hijas», determina la autora. Según la mitología, cuando comenzaron el combate, Hera (que los estaba espiando y que odiaba a Hércules) hizo creer a todas las amazonas que el héroe trataba de matar a la mujer.
Atendiendo a la fuente existen hasta cuatro finales diferentes para esta historia. Sin embargo, el más famoso es el que afirma que Hércules hizo uso de su descomunal fuerza para acabar con todas las amazonas. Por desgracia, terminó también con la vida de Hipólita. «Su hermana Antíope fue obligada a rendirse y formó parte del botín de guerra de Hércules, junto con el famoso ceñidor», completa la experta.
Mención destacada requieren también las guerreras definidas por el historiador griego Diodoro de Sicilia (siglo I a.C.). Este autor dejó explicado en sus textos que existía una raza de amazonas guerreras con unas costumbres similares a las ya mencionadas, pero residentes en África (o las Canarias, atendiendo a las interpretaciones posteriores).
El autor no habla solo de las combatientes, sino que también hace mención a su reina: Mirina. Así lo dejó escrito: «Acometieron grandes empresas, pues les invadía el deseo de atacar muchas partes del mundo habitado […]. Marcharon primero contra los atlantes. Mirina, que reinaba entre las amazonas, constituyó un ejército de 30.000 infantes y de 3.000 jinetes». Su victoria fue total. Sin embargo, estas combatientes fueron vencidas a la postre también por Hércules.
Desde ambiciosas reinas conquistadoras , científicas, figuras religiosas y políticas a brillantes generales militares y heroínas potencialmente rebeldes para su época, estas mujeres demostraron un formidable liderazgo, audacia y poder en sinnúmero de escenarios vitales de la antigüedad a pesar de que las actividades científicas, religiosas políticas y militares en nuestra cultura hayan estado siempre asociadas a los hombres por eso es necesario destacar la maravillosa presencia femenina en la estrategia, ataque y defensa durante guerras , descubrimientos, inventos, ciencia, política y momentos claves en la historia de la humanidad.
Hatshepsut, Faraona, Reina y Guerrera:
Vivió en el siglo XV a.C. pero su nombre permaneció oculto hasta el siglo XIX, cuando la decodificación de los jeroglíficos permitió leer las inscripciones que habían sobrevivido el ataque contra su monumental legado en piedra.
Uno de los primeros testigos de la profanación fue Herbert Winlock, jefe del equipo arqueológico del Museo Metropolitano de Arte en Egipto, quien en 192, se encontró los restos de estatuas de un faraón que habían sido destrozadas adrede en el pasado remoto.
Las imágenes habían sufrido «casi todas las indignidades imaginables», escribió, en manos de individuos que -en su opinión- expresaron «su despecho sobre los rasgos sonrientes y brillantemente cincelados» de un faraón otrora honrado.
¿Qué pudo haber hecho éste para merecer algo tan terrible y quién justificó tal blasfemia?
Para los egiptólogos de la generación de Winlock, la historia que empezó a revelarse era una de engaño y venganza: la de una mujer que había sido una «usurpadora, del tipo más vil» y un hombre que se desquitó de ella tras su muerte «como no se había atrevido en vida», escribieron.
Pero a medida que los expertos lograron, con fragmentos de evidencia, reconstruir su historia, la opinión ha ido cambiado.
El principio de esa historia
Las estatuas profanadas eran las de uno de los faraones más exitosos e influyentes, una de las pocas mujeres que gobernó Egipto como faraón y cuyo reino (1479-1458 a.C.) duró más que el de cualquier otra hasta Cleopatra.
Su nombre era Hatshepsut, que significa «la más importante de las damas nobles»; era una princesa real, hija del rey Tutmosis I, un general famoso por legendarias batallas militares, y su consorte, la reina Ahmose.
No tenían un heredero varón, pero no importaba mucho; en el harén real había una opción aceptable: el príncipe Tutmosis, hijo de una respetada reina secundaria.
Para proteger el linaje real, el padre de ambos ordenó que se casaran, así que cuando él «descansó de la vida», los medio-hermanos heredaron el trono sin ser desafiados.
Pero unos tres años después de la coronación, Tutmosis II se enfermó y murió, y el único sucesor masculino adecuado disponible era el pequeño hijo de una de las mujeres de más baja cuna de su harén.
A pesar de que no era raro que las madres tomaran las riendas del poder si los faraones eran demasiado jóvenes para gobernar, la de Tutmosis II no tenía ninguna preparación para asumir tal responsabilidad así que Hatshepsut, la reina viuda, se convirtió en regente en nombre de su hijastro/sobrino.
Las imágenes de la época muestran a Thutmosis III retratado como si fuera un faraón adulto, aunque apenas era había aprendido a caminar, con Hatshepsut, quien tenía poco más de 20 años de edad, vestida de reina y en posición recatada.
De regente a faraona
Unos años después, por alguna razón que desconocemos, tras regir en nombre del único faraón reconocido, Tutmosis III, Hatshepsut se convirtió en faraona.
Y ahí está el problema.
Legalmente, no había ninguna prohibición para que una mujer gobernara Egipto.
Pie de foto,Cuando Hatshepsut pasó de ser regente a faraona, su imagen se empezó a transformar. Aquí todavía aparece con rasgos femeninos, aunque con el nemes -el tocado con rayas-, símbolo de reyes.
Aunque el faraón ideal era un hombre -y de ser posible guapo, atlético, valiente, piadoso y sabio-, para preservar la línea dinástica, en ocasiones se consideraba aceptable que fuera una mujer, así como lo era que las madres sustituyeran a sus hijos pequeños y las reinas, a sus maridos ausentes en el campo de batalla.
Pero en este caso, se trataba de una regente que, a pesar de la existencia de un faraón, ascendía a esa posición de poder.
Y no era por un rato, mientras Tutmosis III crecía; los faraones eran como los dioses: eternos.
Desafortunadamente, en los escritos encontrados, no hay nada que explique cuál fue el motivo que la llevó a tomar una decisión tan drástica.
Sin embargo las imágenes, que junto con las inscripciones han permitido armar el rompecabezas, dan fe de que asumió el rol y de que además lo consolidó de una manera magistral.
De faraona a faraón
En un reino en el que al menos el 95% de los sujetos eran analfabetos, el mensaje visual era clave, así que su imagen experimentó una metamorfosis espectacular.
En dibujos y estatuas empezó a aparecer con la vestimenta y accesorios típicos de un faraón, desde la corona perfecta y la falda corta hasta la barba postiza que se consideraba un atributo divino de los dioses.
Incluso la representación de su cuerpo se fue haciendo cada vez más masculina para mostrarla como el estereotipo de rey.
Pie de foto,Aunque no lo parezca, la figura de la derecha es Hatshepsut, ya transformada en el estereotipo del faraón varón, aunque sólo fuera en las representaciones pictóricas. Los textos dejaban claro que era mujer.
Sin embargo, su intención era proyectarse como líder, no como hombre, prueba de ello es que las inscripciones que acompañan esas imágenes casi siempre contienen indicaciones de su verdadero género, algo que inicialmente confundió a los egiptólogos.
Viaje a una leyenda
Como los demás faraones, Hatshepsut fue comandante militar, liderando las tropas en al menos dos ocasiones. Los textos la describen como una conquistadora: «La que será vencedora, ardiendo contra sus enemigos».
No obstante, ese no fue su rol más destacado.
Si bien defendió las fronteras, poco después de llegar al trono, su reinado fue pacífico y la faraona reafirmó el poderío egipcio valiéndose de otras armas: la diplomacia y el desarrollo del comercio internacional con algunas tierras conocidas y otras, fabulosas.
Ninguna más que la misteriosa Tierra de Punt, un lugar que desapareció sin dejar más rastro que lo que se escritos y dibujos.
Hasta el día de hoy, no sabemos con certitud dónde quedaba, aunque hay varios lugares posibles, pero ninguno a prueba de dudas.
Pero sabemos que existió, y una de las más hermosas pruebas de ello es el retrato del viaje patrocinado por Hatshepsut, en el que sus barcos zarparon cargados de bienes egipcios valiosos, como cuentas, brazaletes, armas de metal, y regresaron repletos de extraordinarios tesoros.
Los súbditos de la faraona que acudieron a la costa vieron un espléndido desfile de maderas preciosas, fragancias, anillos de oro, piedras semipreciosas, marfiles, pieles de animales y plumas de aves, así como una colección de animales exóticos, incluidos simios, panteras y jirafas.
Pie de foto,En los muros del templo quedó grabada la historia del fabuloso viaje. En este fragmento, jirafas, monos, marfil y otros importes de la Tierra de Punt al desembarcar en Egipto.
Entre todas esas maravillas, la más preciada era la mirra, que los marineros trajeron procesada, como resina, para ser usada en los rituales en los templos, en la momificación y en la confección de perfumes.
Hatshepsut misma usaba el fragante aceite de mirra para aplicárselo en su piel y «brillar como las estrellas sobre toda la Tierra».
Por si fuera poco, trajeron 31 árboles de mirra, para sembrarlas en los jardines de su templo funerario en Deir elBahari, uno de los más bellos monumentos de la era dinástica.
Pie de foto,La mirra, tan preciada, llegó no sólo procesada como resina sino que también trajeron la planta misma, que aquí se ve a la izquierda en una canasta y a la derecha, sembrada.
La incógnita
Todos esos detalles sobre esa fabulosa expedición los sabemos gracias a los textos e imágenes que quedaron grabados en las paredes de ese templo.
Ese templo que, quizás notaste, es el mismo en el que los arqueólogos de antaño encontraron por primera vez evidencia del intento de borrar a Hatshepsut de la historia.
Y sabemos que esa era la intención pues en ninguna de las listas de los reyes aparece su nombre: después de Tutmosis II está Tutmosis III.
Pie de foto,El cartucho que ves en la parte superior de esta imagen tiene el nombre de Hatshepsut y es el que debería estar entre los de Tutmosis II (69) y Tutmosis II (70) en Lista Real de Abidos (detalle abajo), una de las que no menciona a la faraona.
Pero mira todo lo que te he podido contar de la vida de Hatshepsut, y esto es apenas un poco de todo lo que los egiptólogos te podrían narrar si les dieras la oportunidad.
Todo eso lo saben porque quedaron tantas huellas -monumentales, aunque averiadas- de su existencia, suficientes para que los expertos hayan podido recrear su reinado.
Hay rastros de Hatshepsut no sólo en Deir el Bahari sino en muchas otras edificaciones del extenso programa de construcción que realizó durante su reinado, en el que levantó y renovó templos y santuarios desde el Sinaí hasta Nubia, como la Capilla Roja y dos pares de Obeliscos en el Complejo Templario de Karnak y el templo de Pajet, excavado en la roca en Beni Hasan, en Egipto Medio.
Dejó cientos de estatuas de sí misma, así como relatos en piedra de su historia, real e inventada, y hasta sus pensamientos.
Ahora mi corazón se inquieta al pensar en qué dirá la gente que vea mis monumentos en años venideros y que hablará de lo que he hecho»Hatshepsut (1507–1458 a.C.) 5º faraón de la Dinastía XVIII de Egipto
Si fuera cierto que Tutmosis III odió a su madrastra pero no pudo hacer nada contra ella hasta después de su muerte, cuando pudo darle rienda suelta a su rencor, ¿por qué no le puso más empeño?
¿Por qué le permitió un funeral tradicional y esperó años para enviar a sus albañiles a reescribir la historia?
La evidencia arqueológica revela que sorprendentemente el grueso de la destrucción comenzó unos 20 años después del asenso de Tutmosis III al trono y parte de la profanación incluso la llevó a cabo su hijo, después de su muerte, cuando la mayoría de los que recordaban a Hatshepsut también habían muerto.
Pie de foto,¿Qué llevó realmente a Tutmosis III a borrar el nombre de su madrastra?
Aunque quizás nunca se pueda resolver el misterio, los expertos de hoy tienen una teoría muy distinta de lo que ocurrió que la tradicional de la usurpadora y el usurpado.
¿Una «usurpadora, del tipo más vil»?
Una gran incógnita por resolver es por qué, unos años después de ser regente, Hatshepsut tomó la decisión de convertirse en faraona.
Para los arqueólogos de principios del siglo XX la razón era clara: era una mujer vanidosa y ambiciosa que no se conformó con un rol secundario y le arrebató la corona al niño que legítimamente la llevaba.
Pero hay indicios que apuntan a otra realidad.
Hatshepsut nunca depuso a su hijastro, ni le quitó el título de faraón, ni siquiera lo ocultó. En las imágenes él sigue apareciendo a su lado, a veces incluso como si fueran mellizos.
Lo que creó fue una corregencia, o reinado conjunto, algo que se acostumbraba en dinastías anteriores.
Es más: «la usurpadora más vil», como la habían llamado inicialmente, habría podido deshacerse de él de alguna manera, como tantos reyes han hecho a lo largo de la historia con sus rivales.
Pie de foto,Aunque desapareció de la historia durante siglos, afortunadamente ahora al menos parte de su obra está grandiosamente presente en la tierra que reinó.
Hatshepsut no sólo no lo mató ni lo exilió sino que se aseguró de que Tutmosis III se preparara para el rol que por destino le esperaba.
Fue educado como escriba y sacerdote, y luego ingresó al ejército. En el momento de la muerte de su madrastra, había ascendido al rango de Comandante en Jefe y había participado en una victoriosa campaña en el Levante.
Tanto la actitud de la faraona como la de Tutmosis III han llevado a los expertos a considerar como una versión más plausible que quizás fue una amenaza contra la estabilidad de Egipto lo que llevó a Hatshepsut a declararse reina.
Pudo ser algo tan común como que el niño faraón se hubiera enfermado, pues si su vida corría peligro, también lo corría el estatus quo de todos los poderosos, así que con Hatshepsut en el poder, se aseguraba la continuidad.
Y es que ella debió haber contado con el apoyo de los poderosos pues de otra manera su reinado no habría sido tan próspero y pacífico.
De hecho, su éxito es curiosamente una de las posibles razones por las cuales Tutmosis III quiso -y pudo- desaparecerla.
Si Hatshepsut hubiera sido un desastre, sus errores habrían sido difíciles de olvidar y nadie habría querido adueñarse de ellos.
Los logros, como ha confirmado la historia, son más fáciles de robar.
Tutmosis III, al fin y al cabo, había sido faraón durante todo el tiempo que ella rigió, así que si se apropiaba de su legado podía componer una historia alternativa de un reinado aun más glorioso.
Efectivamente pasó a la historia como uno de los grandes faraones de Egipto, por derecho propio… y, por un tiempo, un poco prestado. https://www.bbc.com/mundo/noticias-54078039
Hipatia de Alejandría:
Hipatia de Alejandría. Nació alrededor de 370 y murió en marzo de 415 en Alejandría, Egipto. Fue la primera mujer en hacer contribuciones sustanciales al desarrollo de las matemáticas.
Hipatia fue hija del matemático y filósofo Teón de Alejandría y es muy probable que haya estudiado matemáticas con la guía y la instrucción de su padre. Es muy notable que Hipatia haya encabezado la escuela platónica de Alejandría alrededor de 400 DC. Enseñaba en ella matemáticas y filosofía, en particular la filosofía del neoplatonismo. Hipatia basaba sus enseñanzas en las de Plotino, fundador del neoplatonismo, y las de Iámblico, quien había desarrollado el neoplatonismo alrededor de 300 DC.
Plotino enseñaba que hay una realidad última, más allá del alcance del pensamiento y del lenguaje. El objeto de la vida era alcanzar esta realidad última que nunca pudo ser descrita por Plotino con precisión. Plotino aseguraba que la gente no tenía la capacidad mental para entender plenamente ni la misma realidad última ni las consecuencias de su existencia. Iámblico distinguía más niveles de realidad en una jerarquía de niveles debajo de la realidad última. Había un nivel de realidad correspondiente a cada pensamiento distinto del cual la mente humana era capaz. Hipatia enseñaba estas ideas filosóficas con un mayor énfasis que el de los anteriores seguidores del neoplatonismo. Fue descrita por sus comentadores como una maestra carismática.
Hipatia llegó a simbolizar la docencia y la ciencia a la vez que los primeros cristianos la identificaban con el paganismo. Sin embargo, entre sus discípulos en Alejandria hubo muchos cristianos prominentes. Uno de los más famosos fue Sinesio de Cirene, quien posteriormente se convirtió en Obispo de Ptolemaida. Muchas de las cartas que Sinesio le escribió a Hipatia se conservaron y en ellas vemos a alguien lleno de admiración y reverencia hacia las enseñanzas y el talento científico de Hipatia.
En 412 Cirilo (después san Cirilo) se convirtió en patriarca de Alejandría. Sin embargo, el prefecto romano de Alejandría era Orestes y Cirilo y Orestes se convirtieron en amargos rivales políticos, a la vez que la iglesia y el estado luchaban por el control. Hipatia era amiga de Orestes y éste, con sus prejuicios contra las visions filosóficas que que vistas por los cristianos eran paganas, llevó a Hipatia a convertirse en el punto focal de motines entre cristianos y no cristianos. Hipatia, según escribe Heath, [4]:
… por su elocuencia y autoridad … alcanzó tal influencia que la cristiandad se sintió amenazada …
Pocos años después, según algún relato, Hipatia fue brutalmente asesinada por los monjes nitrianos que constituían una secta fanática de cristianos que apoyaban a a Cirilo. Según otro relato (de Sócrates Escolástico) fue asesinada por una turba alejandrina bajo el liderazgo del lector Pedro. Lo que ciertamente parece indiscutible es que fue asesinada por cristianos que se sentían amenazados por su erudición y la profundidad de su conocimoento científico. Este evento parece haber marcado un parteaguas según se describe en [2]:
Cualquiera que haya sido la motivación precisa del asesinato, la partida de muchos eruditos marcó el comienzo de la decadencia de Alejandría como principal centro de cultura antigua.
No hay evidencia de que Hipatia hubiera hecho investigación matemática original. Sin embargo, asistió a su padre, Teón de Alejandría, en la escritura de su comentario en once partes al Almagesto de Ptolomeo. Se piensa también que haya asistido a su padre en la producción de una nueva versión de los Elementos de Euclides, que fue la base de todas las ediciones posteriores de esta obra. Heath escribe de la edición de Teón e Hipatia de losElementos [4] que:
.. mientras que hizo adiciones insignificantes al contenido de los “Elemenots”, se esmeró en eliminar dificultades que quienes estudiaran el libro podrían encontrar, al igual que un moderno editor lo hace al editar un texto clásico para su uso en la escuela; y no hay duda de que su edición fue aprobada por sus discípulos de Alejandría para quienes fue escrito, así como por griegos que posteriormente lo utilizaron casi exclusivamente…
Además de la obra conjunta con su padre, nos ha informado Suidas que Hipatia escribió comentarios sobre la Aritmética de Diofanto, sobre lasCónicas de Apolonio y sobre las obras astronómicas de Ptolomeo. La nota de Suidas está lejos de ser clara y la mayor parte de los historiadores dudan de que Hipatia escribiera comentarios sobre Ptolomeo, fuera de las obras que parece haber elaborado conjuntamente con su padre.
Toda la obra de Hipatia se perdió salvo sus títulos y algunas referencias a ella. Sin embargo, no se ninguna obra puramente filosófica, sino sólo obra sobre matemáticas y astronomía. Basado en esta pequeña muestra de evidencia, Deakin, en [8] y [9], alega que Hipatia fue una excelente compiladora, editora y preservadora de antiguas obras matemáticas.
Como ya se mencionó, existen algunas cartas de Sinesio a Hipatia. En ellas pide consejo para la construcción de un astrolabio y un hidroscopio.
Charles Kingsley la convirtió en la heroína de una de sus novelas Hipatia, o Nuevos enemigos con vieja cara. Kramer escribe en [1]:
Tales obras han perpetuado la leyenda de que no sólo era una intelectual sino también era hermosa, elocuente y modesta.
Traducido de un artículo de:J J O’Connor and E F Robertson
ARTEMISIA DE CARIA: (V a.C):
Reina y Guerrera Persa..
Halicarnaso fue una ciudad de relevancia en la antigua Grecia en la cual Artemisia ejerció un poder y un liderazgo notable. Cabe destacarse que su reinado estaba alineado con el poderoso Imperio persa de aqueménida. Incluso fue una gran aliada y sostenedora del poder del Gran Rey Xerxes I, del mencionado imperio.
En materia político militar, Artemisia, demostró su total afinidad y alineación con la política de Xerxes I al haber luchado en persona contra las polis griegas a instancias de la Segunda Guerra Médica. Esto obviamente le valdría la total admiración, respeto y apoyo de Xerxes I. Es decir, ambos gobernantes se sostuvieron y apoyaron, fueron grandes aliados.
El rol militar de Artemisia quedó absolutamente expuesto como dijimos ya en el enfrentamiento que el imperio aqueménida mantuvo con los griegos. Incluso, ella misma peleo en el frente y estuvo al frente de varias embarcaciones que seguían las directivas del propio Xerxes I.
Es ciertamente destacable que en aquellos tiempos una mujer lograse ese respeto por parte de los hombres y ni hablar del hecho de desplegar un rol tan activo en una posición que aún hoy sigue siendo reservada a los hombres. Por ello la figura de Artemisia no podía pasar a la posteridad con tales acciones.
Existen pocas precisiones sobre su vida personal, solamente que nació y murió durante el siglo V A.C. Recientemente, la gran pantalla ha desarrollado la historia de Artemisia en la cinta 300: Rise of an Empire. La actriz Eva Green se puso en la piel de Artemisia I.
En otras bios: Reina sátrapa de Caria y destacada almirante. Su tierra incluía Halicarnaso, Calidna o Kos, en Asia Menor, región perteneciente al todopoderoso imperio aqueménida de Xerxes I. Tras la muerte de su marido, gobernó entre el 490 y 480 a.C. En Salamina, Artemisia estaba al frente de las naves carias; no quería una persecución y aconsejaba esperar a la rendición griega. Pero los persas hicieron caso omiso y emprendieron una búsqueda desesperada de la flota griega. Los persas terminaron agotados y desorientados. Con naves más pesadas, los persas perdieron movilidad y se acabaron encontrando cara a cara con los griegos, que tenía naves más ligeras y maniobrables. Los arqueros resultaron en vano y los arietes, espolones y el asalto de los hoplitas fue letal para la embarrancada flota persa. Solo Artemisia demostró gran valor y capacidad como almirante, derribando hasta 9 trirremes griegas, y salvando su nave del acoso continuo de un barco griego. Jerjes dijo de ella: «Mis hombres se han convertido en mujeres, y mis mujeres (Artemisia), en hombres!» Después del desastre de Salamina, Artemisia aconsejó a Jerjes retirarse a Asia Menor. Heródoto, también natural de Halicarnaso, tenía una buena consideración de ella. Promptuarii Iconum Insigniorum (XVI) Guillaume Rouillé.
ZENOBIA DE PALMIRA (245-272):
Reina del efímero y poderoso imperio de Palmira, que se rebeló contra dos gigantes como Roma y Persia. Con el sospechoso asesinato de su esposo Septimio Odenato y de su hijo Herodes, Zenobia tomó las riendas del poder de Palmira como regente. Palmira era una provincia comercial y estratégica que había sido fiel a los romanos durante más de dos siglos. Reconocida como reina y con un imperio declarado independiente, Entre el 267 y el 272, Zenobia construyó, embelleció la ciudad y llevó a Palmira a su máxima prosperidad. El siglo III se caracteriza por la crisis del imperio romano y con el imperio persa sasánida no consolidado. Zenobia lideraba sus tropas y llevó a cabo la conquista de Egipto y Asia menor de forma brillante. Finalmente fue derrotada por Aureliano en el 272 acabando así su sueño imperial. Su destino final sigue siendo incierto. Zenobia ha sido una importante fuente de inspiración literaria y artística.
BOUDICA o BOADICEA (33-61 d.C):
Reina britana de los icenos que lideró una gran revuelta contra los romanos. Casada con el rey Prasutag, con quien tuvo dos hijas, en el año 43 el emperador Claudio envió una gran fuerza romana que con éxito empezó a conquistar Gran Bretaña. Muchos pueblos se rindieron voluntariamente. Se había pactado que las tribus controlaban sus tierras hasta la muerte de su rey, cuando pasaban a pertenecer a Roma. Al morir Prasutag este dejó en herencia parte de sus tierras al emperador, pero otra parte a sus hijas. En la cultura celta las mujeres podían gobernar. Para Roma y su legislación todo esto era inaceptable, y Boudica y sus hijas fueron violadas y torturadas. Boudica, ante lo sucedido, se alzó en rebelión liderando a los icenos, y consiguió la alianza de otras tribus ( como los Trinovantes,) Con los romanos ocupados en Gales, la fuerza rebelde de más de 50.000 hombres conquistó y destruyó con éxito Camulodunum, la legión IX Hispana, Verularium y finalmente Londinium, a la que saquearon e incendiaron. Con Suetonio, los romanos consiguieron reagrupar sus legiones. Presentaron batalla en Watling Street (60-61 d.C), donde sus tácticas militares y disciplina fueron demasiado para los celtas. Boudica luchó heroicamente, pero los celtas fueron aniquilados. Boudica murió suicidándose o enferma. La conquista de Britania fue un hueso duro de roer.
Rodoguna de Partia:
Rodoguna fue hija del rey parto Mitríades I (171-138 a.C.) y hermana de Fraates II. Se casó con el rey Seléucida Demetrio II Nicátor, que estaba prisionero en Partia, con quien tuvo varios hijos. Parece que en una ocasión, Rodoguna quedó a cargo de una parte del Imperio cuando estalló una rebelión. Según cuenta Polieno, la reina se encontraba en ese momento a punto de tomar un baño y, en vista de la situación, juró no volver a bañarse hasta lograr la victoria. Llamó a los generales y ella misma se puso al frente de las tropas, combatiendo en primera línea y contribuyendo a conseguir una gran victoria. Tras el combate, la primera orden que dio fue que le preparasen un baño.
TOMIRIS (siglo VI a.C)
Fue la reina de los masagetas, una confederación de pueblos de cultura escita situados en Asia Central (actual Kazajistán). La importancia y rol de la mujer en la sociedad escita-sármata, capaces de cazar y luchar desde muy jóvenes, fue una de las principales fuentes de inspiración de las legendarias amazonas de los textos griegos. La arqueología va demostrando una importante presencia en las tumbas de mujeres guerreras de alto rango. Tomiris es sin duda una de las más representativas. En aquel tiempo, el imperio persa aqueménida era la gran potencia de Oriente. Cuenta Heródoto que Ciro el Grande quiso casarse con la reina viuda Tomiris pero que esta le rechazó. Ciro entonces emprendió la invasión del territorio masageta, y aprovechando una distracción, capturaron al hijo de la reina, Espargapises. Espargapises acabó suicidándose. Tomiris juró venganza pronunciando su legendaria «Te juro por el sol, señor supremo de los masagetas, que por sediento que te halles de sangre yo te saciaré de ella». Tomiris y sus arqueros a caballo inflingieron una brutal derrota a los persas, en la que el mismo Ciro murió. Su cabeza fue puesta en una odre llena de sangre humana, cumpliendo Tomiris su palabra.
Juana de Arco– Jeanne d’Arc
También conocida como la Doncella de Orleans (en francés: La Pucelle d’Orléans; Domrémy, h. 1412-Ruan, 30 de mayo de 1431), Juana era hija de Jacques d’Arc e Isabelle Romée, residentes en Domrémy, una villa que entonces estaba en la parte francesa del ducado de Bar. Sus progenitores eran propietarios de veinte hectáreas de tierra y además su padre complementaba su trabajo como granjero con un puesto menor como funcionario de la aldea, recaudando impuestos y dirigiendo la guardia local.Vivían en una zona aislada del este de Francia que permaneció fiel a la corona francesa a pesar de estar rodeada de tierras pro borgoñonas. Hubo diversas incursiones militares borgoñonas durante la infancia de Juana y en una ocasión la villa fue incendiada. Juana era analfabeta y se piensa que sus cartas fueron dictadas por ella a escribanos y las firmó con la ayuda de otros.
En su juicio, Juana declaró que tenía unos 19 años, lo que implica que pensaba que había nacido alrededor de 1412. Más tarde testificó que experimentó su primera visión en 1425 a la edad de 13 años, cuando estaba en el «jardín de su padre» y tuvo visiones de figuras que identificó como el Arcángel Miguel, Santa Margarita y Catalina de Alejandría, quienes le dijeron que expulsara a los ingleses y llevara al delfín a Reims para su coronación como rey. Afirmó que la primera vez que escuchó una voz notó una gran sensación de miedo y que esta venía del lado de la iglesia, normalmente acompañada de una gran claridad. Según sus palabras, lloró cuando se fueron porque eran muy hermosos.
A los 16 años, le pidió a un pariente llamado Durand Lassois que la llevara a la ciudad cercana de Vaucouleurs, donde solicitó al comandante de la guarnición, Robert de Baudricourt, una escolta armada para llevarla a la Corte Real francesa en Chinon. La respuesta sarcástica de Baudricourt no la disuadió. Regresó el siguiente enero y se ganó el apoyo de dos de los soldados de Baudricourt: Jean de Metz y Bertrand de Poulengy. Según Jean de Metz, ella le dijo «debo estar al lado del Rey… no habrá ayuda para el Reino salvo la mía. Preferiría haber seguido hilando [lana] al lado de mi madre… sin embargo, debo ir a hacer esto, porque mi Señor quiere que lo haga». Bajo los auspicios de Jean de Metz y Bertrand de Poulengy, la recibieron por segunda vez y en ese momento predijo la derrota francesa en la batalla de Rouvray cerca de Orleans varios días antes de que llegaran los mensajeros informando de la debacle francesa. Según el Journal du Siége d’Orléans, que retrata a Juana como una figura milagrosa, ella se enteró de la batalla a través de la «gracia divina» mientras atendía a sus rebaños en Lorena y usó esta revelación para convencer a Baudricourt de llevarla ante el delfín.
Acabado su cometido, Juana de Arco dejó de oír sus voces interiores y pidió permiso para volver a casa, pero ante la insistencia de quienes le pedían que se quedara, continuó combatiendo, primero en el infructuoso ataque contra París de septiembre de 1429, y luego en el asedio de Compiègne, donde fue capturada por los borgoñones el 24 de mayo de 1430.
Días más tarde, sin embargo, recusó la abjuración y reafirmó el origen divino de las voces que oía, por lo que, condenada a la hoguera, fue ejecutada el 30 de mayo de 1431 en la plaza del mercado viejo de Ruán. Durante unos años corrió el rumor de que no había muerto quemada en la hoguera, ya que habría sido sustituida por otra muchacha, para casarse posteriormente con Roberto des Armoises. En 1456, Juana de Arco fue rehabilitada solemnemente por el papa Calixto III, a instancias de Carlos VII, quien promovió la revisión del proceso. Considerada una mártir y convertida en el símbolo de la unidad francesa, fue beatificada en 1909 y canonizada en 1920, año en que Francia la proclamó su patrona.
Su aporte a la Historia?
Dividida, empobrecida, habiendo perdido territorio y con un ejército inadecuado y desmoralizado, lo que Francia necesitaba realmente era un «milagro» para salir del estancamiento en el que se encontraba.
Y eso fue, precisamente, lo que ofrecía la carismática y convencida joven de Domrémy.
«Juana fue pueblo por pueblo y reunió a pequeños grupos (de hombres) a quienes inspiró en momentos en que Francia era un desorden», le dice a BBC Mundo Linda Seidel, profesora emérita del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Chicago, en Estados Unidos, y autora del ensayo «Changing images of Joan of Arc».
«Ella tenía sentido común y la gente creía en ella, que insistía en lo que le habían dicho las voces que escuchaba».
«Brindó liderazgo moral (…) y a veces es esa persistencia e insistencia la que infunde en otros compromiso y coraje», agrega.
«La ciudad de Orleans quería creerle, los hombres bajo su mando querían creerle. Juana convenció a suficientes personas y, quienes no estaban tan convencidos, pensaron simplemente que, en una situación como la que se encontraban, valía la pena probar», dice por su parte Castor.
Juana resultó una líder excepcional, en un momento excepcional, que transformó a pura fuerza de convicción el entorno que la rodeaba.
La India Catalina: heroína o villana?
Era la hija del cacique Galeras, quien gobernaba una tribu dedica a la extracción de sal y que les sirvió a los conquistadores como traductora y mediadora ante las autoridades indígenas que se resistían a la colonización.La india Catalina fue una mujer que jugó un papel muy destacado en la conquista y asentamiento de los españoles en la actual Colombia. En aquellos primeros tiempos, duros y violentos, esta joven fue fundamental para que el madrileño Pedro de Heredia y los suyos consiguieran explorar y avanzar en aquél territorio. En Colombia es recordada e incluso se la compara con la célebre Malinche; en España son muy pocos los que han oído hablar de ella. Permítanme que les cuente brevemente lo que he leído e investigado sobre aquella mujer…
La india Catalina fue seuestrada cuando solo era una niña (Daniel Arveras)
Lo primero que debo decirles es que me topé con su historia hace año y medio, cuando disfrutaba de unas vacaciones en Colombia y me encontraba en la bella Cartagena de Indias. Saliendo del impresionante recinto amurallado de la ciudad vieja, allí la vi por primera vez, en un parque a medio camino de la fortaleza de San Felipe de Barajas, donde el insigne Blas de Lezo y sus escasas tropas les dieron las del pulpo a los altivos ingleses en 1741. Su figura era imponente y una pequeña placa avanzaba una biografía muy intensa. Tras hacer las fotos de rigor, me interesé por saber más sobre aquella mujer, idealizada en aquella escultura que la representaba como una india regia, de torso desnudo, cuerpo escultural, mirada orgullosa, pluma en la cabeza, dos largas trenzas y un escueto taparrabos. ¿Quién era? ¿Por qué se la recordaba de esta manera?
Muchos pasajes de su vidapermanecen aún en la penumbrapero sí sabemos que, siendo una niña, fue apresada por los españoles en torno a 1509, en una de aquellas primeras incursiones que hicieron por las costas caribeñas de esta zona cercana a Cartagena de Indias y que se saldaban con encontronazos muy violentos con los pobladores de aquellas tierras. Eran los tiempos de Nicuesa, Ojeda, Juan de la Cosa y otros que exploraban las costas caribeñas de Tierra Firme para hallar riquezas y también indios que pudieran sustituir a los miles que morían por su sobreexplotación y, sobre todo, por las enfermedades transmitidas involuntariamente por los conquistadores en la isla de la Española.
La escultura de Catalina en Cartagena de Indias es imponente (Daniel Arveras)
En una de aquellas incursiones, Alonso de Ojeda desembarcó y muy pronto entabló combate con los indios. Las flechas envenenadas llovían por doquier, diezmando a los españoles y acabando con la vida de muchos de ellos, entre ellos con la del célebre cartógrafo Juan de la Cosa. Cerca de Turbaco, Diego de Nicuesa y sus hombres, realizaron un sangriento escarmiento y decidió capturar a una niña, familiar de caciques principales, para trasladarla a Santo Domingo, ser educada en la fe católica y en la lengua y costumbres españolas.
Es aquí donde la existencia de aquella niña cambia para siempre. Trasladada de su mundo, fue asimilando su nueva vida que la convertiría en una pieza clave en la futura conquista. Esto sucedió cerca de 20 años más tarde. Rodrigo de Bastidas había fundado Santa Marta en 1525 y, poco después, los españoles recordaron a aquella mujer raptada por Nicuesa hacía años y que les podía venir muy bien para que les facilitara el avance en aquél territorio. En esa zona se instaló, colaborando con los españoles para lograr un mayor entendimiento con los indios y su evangelización.
Poco después, en 1532, el madrileño de Pedro de Heredia firmó las capitulaciones con la Corona para conquistar y poblar una zona cercana a Santa Marta y se le concedió el derecho a recibir “dos indios esclavos para lenguas” de la vecina gobernación. Finalmente, consiguió una “lengua” o intérprete, nuestra protagonista. A partir de entonces, la india Catalina se convirtió en inseparable del conquistador Pedro de Heredia, quien fundaría Cartagena de Indias en 1533. Su conocimiento de la lengua y costumbres de los indios de aquellas tierras la convirtieron en imprescindible para consolidar la conquista en esos parajes de una vegetación asfixiante y poblada por gentes belicosas que no querían someterse a la presencia y dominio de los castellanos. Poco a poco consiguió apaciguar a muchos pueblos y que aceptaran a los recién llegados y al Dios que pregonaban como único y verdadero.
“He estado con el dicho Pedro de Heredia mucho tiempo y he sido su criada, pero no por eso no dejaré de decir verdad”.
Así comenzó su declaración y, efectivamente, dijo la verdad. Ella había visto con sus ojos como Pedro de Heredia había escondido parte del oro para no declararlo y mermar así el quinto que correspondía a la Corona. Su dignidad, honestidad y valentía llaman la atención, ya que hasta ese momento había sido la fiel intérprete y criada del conquistador, de su señor, contra el que ahora declaraba sin tapujos. No tuvo que ser fácil para ella, pero fue sincera y denunció el fraude de Heredia, de quien lógicamente se alejó… A partir de aquí su rastro se pierde de nuevo, abriéndose diversas conjeturas sobre su destino y posterior vida…
Su recuerdo permanece muy vivo en Cartagena de Indias. Algunos la su labor contribuyó a reducir las muertes y batallas entre los españoles y los indios que poblaban aquél territorio. Como manifestó Álvaro de Torres, quien la entregó en Santa Marta a Pedro de Heredia, “… con esta lengua que yo le di, el dicho Pedro de Heredia ha poblado esta tierra, por ser la dicha lengua como es, sobrina de los caciques principales de dicha provincia, y que ella los apaciguó e hizo todos de paz, lo que sin ella no se pudiera hacer, por ser los cristianos y la tierra muy belicosa”.
Son consideradas dos heroínas nacionales de Vietnam. De clase adinerada y de buena educación, estas dos hermanas fueron entrenadas por su padre en el arte militar. En aquel entonces Vietnam se encontraba bajo dominio chino Han ( desde el 111 a.C). El malestar seguía vigente ante el proceso de sinización latente. La ejecución del marido de una de las hermanas fue el desencadenante de la rebelión.
Las hermanas, proclamadas reinas, lideraron la revuelta expulsando a los chinos de Vietnam y denominaron a su país como Lînh Nam. Su ejército de hombres y mujeres, lo lideraban a lomos de sus elefantes de guerra. Finalmente, los chinos, enviaron a un veterano general, Ma Yuan, con un gran ejército y derrotaron a las hermanas Trung en el 43 d.C. Antes de caer en manos del enemigo, decidieron suicidarse.
CYNANE (323 a.C):
Hija de Filipo II y hermanastra iliria de Alejandro Magno. Entrenada como cazadora y luchadora desde pequeña, se convirtió en comandante militar y destacada guerrera. Enviudó dos veces, y se dedicó a la enseñanza de su hija Eurídice y al entrenamiento marcial. Tras la muerte de Alejandro, tuvo una gran influencia política y participó en las intrigas políticas; casó a su hija Euríce con Filipo III Arrideo. Murió asesinada a manos de Alcetas y (a orden de Pérdicas) cuando cruzaba Asia. «Era famosa por sus conocimientos en las artes militares: conducía ejércitos, y en el campo de batalla cargaba la primera, guiando a sus soldados. En una lucha con los ilirios, mató a la reina Ceria con su propia mano, y derrotó al ejército con una gran matanza» (Polieno). Amazonomaquia en cerámica griega (420 aC).
LADY TRIÊU (225-248 d.C):
Triêu Thi Trinh, al igual que las hermanas Trung, es otra heroína nacional vietnamita. Con aires de leyenda, esta guerrera lideró la resistencia a la ocupación del país por parte del reino chino de Wu, en un Vietnam siempre codiciado por sus vecinos. Huérfana desde joven, fue criada por su cruel cuñada, a la que ella misma mató. Huyó a las montañas donde consiguió reunir a centenares de seguidores mientras preparaba la rebelión. El hermano mayor de Trieu, Trieu Quac Dang inició la revuelta a la que ella se unió con su banda.
Valiente y de gran coraje, pronto se convirtió en una gran líder. Se presentaba con una gran túnica amarilla y a lomos de su elefante de guerra. Resistió con éxito a los chinos durante medio año saqueando sus campamentos, hasta que los generales se focalizaron en acabar con ella. Debido a la escasez de tropas poco pudo hacer, y fue derrotada ante el gran ejército desplegado por los chinos. Huyó a Bo Dien, donde su suicidó. Lady Triêu es una figura muy venerada en su país, con templos, estatuas y calles con su nombre.
MAVIA (Siglo IV d.C):
Fue una reina árabe del linaje tanúkida (asentados en el sur de Siria) que se rebeló contra el imperio romano. Cuando su marido falleció, ella cogió las riendas de la confederación de tribus árabes. Es probable que fuera cristiana. Las fuentes dicen que fue bautizada por un obispo ortodoxo. De hecho, las causas de la rebelión fue la negativa romana de aceptar un obispo ortodoxo que ella había elegido. Pronto Mavia instigó la rebelión por toda Siria y Arabia, llegando a los límites de Fenicia y Egipto. Venció a los romanos en el desierto, aprovechando los ataques sorpresa y la guerra de guerrillas. Tras varios fracasos romanos de parar la revuelta, estos aceptaron las condiciones de Mavia. Esta correspondió casando a su hija con el comandante romano. En tiempos posteriores, la reina árabe mandó una unidad de caballería para ayudar a Roma en sus lucha contra los godos. Mavia es a menudo comparada con la gran reina de Palmira, Zenobia. Una inscripción señala que murió en el 425 d.C.
FU HAO: (Hacia 1200 a.C)
Fue esposa del emperador Wu Ding (tenía 60 esposas, una de cada tribu conquistada) de la dinastía Shang. Fue una mujer muy relevante en su época, ejerciendo como suma sacerdotisa, y actuando como política y general militar. Como sacerdotisa dirigió sacrificios humanos y grandes rituales en el oráculo; como general condujo a un ejército de 13.000 hombres a numerosas campañas, consiguiendo grandes victorias. Fue la más grande general de su tiempo. Consiguió derrotar a los Tu-Fang, enemigos acérrimos de los Shang. Su tumba en Yin Xi, descubierta en 1976, es un importante yacimiento arqueológico. Se han encontrado miles de objetos de jade, bronce, huesos, 130 armas, miles de conchas (monedas). Fue enterrada con varios esclavos. Poco tiempo después, Los Shang darían paso a los Zhou (1122 a.C.
Estatua de Fu Hao en Yinxu
AMAGE:
Reina sármata del siglo II-III, ha sido identificada como una amazona. Los sármatas vivían en la región del Mar Negro y llevaban una vida nómada de pastoreo, caza y pillaje. Con un marido totalmente incapacitado para gobernar, Amagé cogió las riendas de su pueblo. Como hemos comentado en la historia de Tomiris, en la cultura escita y sármata las mujeres podían ostentar posiciones de poder, y luchar igual que los hombres. Amage demostró dotes de conquistadora ampliando los dominios de su pueblo hasta el Vístula y el Volga, llamando la atención de los romanos, que enviaron una embajada. Un príncipe escita hizo caso omiso a sus advertencias de que dejara de hacer incursiones a sus posesiones en Crimea. Entonces Amage eligió a 120 grandes guerreros para una misión relámpago, recorriendo 180 kilometros para llegar al palacio del príncipe, matando a sus habitantes. Amage se enfrentó en un duelo personal con el príncipe escita, acabando con la vida de este. Luego permitió que el hijo reinara a su pueblo a cambio de no invadir los territorios vecinos. Perdemos el rastro de la reina Amage durante la invasión goda de Sarmatia. Polieno es la principal fuente para la historia de Amage.
HIPSICRATEA (63 a.C):
Concubina y reina de Ponto con su amado Mithrídates VI. El reino de Ponto era una confederación de fusión helenística-escita que dominaba Crimea, el Cáucaso y partes de Asia Menor. Mujer de la nobleza caucásica, es símbolo de fidelidad y amor incondicional. Plutarco y Valerio Máximo nos hablan de ella. El reino de Ponto, desafiante con Roma hasta 2 veces, sucumbió en la tercera guerra (74-63 a.C) ante la ofensiva en oriente de Pompeyo. Hipsicratea no dudó en acompañar a su marido en la guerra y para ello se disfrazó de hombre. Luchó como uno más, con arco, espada y hachas, demostrando gran valor como jinete amazona (Bocaccio). En la huída de Mithrídates, ella lo acompañó fielmente hasta que este enfermó fatalmente.
Se cree que esta guerrera Apache tenía 30 años cuando ella y la tribu de su hermano Victorio fueron forzados a entrar en la Reserva de San Carlos de Arizona en 1870. El lugar fue descrito como «Hell’s Forty Acres» debido a sus condiciones deplorables. Alrededor de 1877, Victorio llevó a una banda de la reserva entre los que se encontraba Lozen, y juntos asaltaron las tierras y sembraron el horror en los corazones de los colonos de Nuevo México que se habían apoderado de la tierra Apache.
Lozen ayudaba a las mujeres y los niños durante estas incursiones tal y como relata James Kaywaykla, quien era un niño en aquel momento. «He visto a una mujer magnífica en un hermoso caballo: Lozen, hermana de Victorio, Lozen, la mujer guerrera.»
Su hermano pudo afirmar, «Lozen es mi mano derecha, fuerte como un hombre, más valiente que la mayoría, y magnífica en la estrategia. Lozen es un escudo para su pueblo.» Desafortunadamente, ella no pudo ser su escudo cuando más la necesitaba. Victorio murió en una batalla mientras Lozen llevaba a una parturienta y su bebé de vuelta a la reserva. Al enterarse de la muerte de su hermano, se dispuso a ayudar a los supervivientes. Desde ese momento, Lozen formaría parte del movimiento en busca de venganza que arrasaría las tierras que encontrasen por Nuevo México en 1881.
Mas tarde continuaría su luchando al lado de Gerónimo, con quien ganaría la leyenda de saber la localización y el número de combatientes enemigos tan solo exentiendo sus brazos. Tras la rendición de Gerónimo, Lozen fue capturada para morir de tuberculosis siendo prisionera de guerra. Su cuerpo fue devuelto a su tribu para poder ser enterrada en un lugar de honor de acuerdo con la tradición Apache.
YUENÜ O DAMA DE YUE (Siglo V a.C)
Gran guerrera china del estado de Yue, la mitología la considera la reencarnación de Xuan Nu.
xuan Nu
Durante el período de las Primaveras y los Otoños de la dinastía Zhou, los estados de Yue y Wu llevaban una encarnizada lucha. El rey Goujian de Yue (496-465 a.C) quería la victoria de una vez por todas ante Wu. Desde pequeña, Yuenu había sido entrenada por su padre en el arte de la arquería, la caza y el manejo de la espada. Así se convirtió en una gran espadachina que forjaba sus propias espadas. Sus habilidades llegaron a oídos del rey, que la invitó a la corte. Yuenü, que vivía en el bosque, viajó hasta el palacio donde exhibió su capacidad como guerrera y la aplicación de la energía del ying y el yang en los movimientos. El rey le otorgó el título de Dama de Yue. A partir de entonces Yuenü se dedicó a instruir a generales y oficiales. El reino de Yue conseguiría derrotar a Wu. Yuenü está considerada una de las primeras influencias en las artes marciales chinas. Una espada encontrada en 1965 podría pertenecer a la legendaria espadachina. La historia de Yuenü, Fu Hao, y las numerosas heroínas de la China imperial contribuyeron a la creación de la leyenda de Mulan.
Como una de las pocas onna-bugeisha conocidas en la historia de Japón, Takeko recibió educación de artes marciales y literatura antes de hacerse un nombre en la Guerra Boshin, una guerra civil japonesa que duró poco más de un año.
Durante la Batalla de Aizu, combatió con su naginata y dirigió un cuerpo de combatientes femeninas que lucharon de forma independiente, oficialmente no formaban parte de las fuerzas militares del dominio. Posteriormente esta unidad fue denominada ejército femenino.
En mitad de la batalla, Takeko recibió un disparo en el pecho mientras conducía una carga contra el ejército imperial japonés del dominio Ogaki. Temiendo que sus enemigos profanaran su cuerpo y convirtieran su cabeza en un trofeo de guerra espantoso, le pidió a su hermana que se la cortara y la enterrara. Este fue su último deseo, y su cabeza fue posteriormente enterrada bajo un árbol de pino en el templo Hōkai-ji. Hoy en día, existe un centro cerca del lugar donde un ejército de mujeres la honran cada año durante el Festival de Otoño de Aizu.
Mujeres Guerreras Japonesas:
LAS PRIMERAS GUERRERAS
La existencia de mujeres guerreras en Japón está documentada de forma fidedigna a partir el siglo XII, aunque mucho antes ya encontramos una figura semilegendaria en la emperatriz Jingû, que habría liderado una supuesta invasión de Corea a principios del siglo III. Su existencia es muy discutida ya que solo existen fuentes literarias sobre ella, pero es el modelo en el que se basa la imagen de la onna-bugeisha, incluyendo su característica arma, la naginata.
Las onna-bugeisha eran entrenadas en el uso de varias armas, pero entre ellas destacaba la naginata, una lanza japonesa de hoja curva. El motivo es que, puesto que las mujeres se encargaban principalmente de la defensa, las armas de largo alcance eran más adecuadas para repeler a los invasores.Imagen: Adachi Ginko / CC
Atendiéndonos a los registros históricos, la mayoría de las que se tiene constancia lucharon en las Guerras Genpei (1180-1185) o en el periodo Sengoku (1467-1568), dos etapas de guerra civil entre los muchos clanes que gobernaban un Japón dividido. Una de las primeras que se conocen fue Tomoe Gozen, que luchó al servicio del clan Minamoto durante las Guerras Genpei: el Cantar de Heike, una obra clásica de la literatura japonesa, dice que “valía por mil guerreros y, a caballo o a pie, habría combatido incluso a un dios o un demonio”. Aunque no se ha podido demostrar que su figura sea totalmente histórica, el Cantar de Heike tuvo una profunda influencia en el ideal de la onna-bugeisha, una guerrera preparada para luchar hasta el último aliento por su señor o su clan.
Las armas arrojadizas como los kunai o los shuriken formaban parte del arsenal de las onna-bugeisha, ya que con ellas podían atacar sin abandonar su posición defensiva. También eran muy usadas por las kunoichi (mujeres ninja) por la facilidad de esconderlas entre la ropa.Imagen: CC
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LA ERA DE LAS ONNA-BUGEISHA
El periodo Sengoku (1467-1568) representó la época de mayor prominencia de las onna-bugeisha. Esta etapa de más de cien años en que los señores feudales guerreaban constantemente entre ellos requería que las mujeres del clan estuvieran preparadas para defender sus castillos, por lo que recibían entrenamiento en artes marciales y en el uso de diversas armas. A finales de esa época los portugueses introdujeron las modernas armas de fuego en Japón, que marcaron una diferencia muy importante en este tipo de batallas defensivas.
Ejemplos famosos de guerreras de esa época son Myôrin, una monja budista que tomó las armas al servicio de varios señores; Yodogimi, concubina del poderoso señor feudal Hideyoshi Toyotomi, que murió defendiendo el castillo del clan; o Yuki no Kata, esposa de un samurái que luchó junto a su marido al servicio de Toyotomi.
Un caso particular de mujeres guerreras eran las kunoichi, la contraparte femenina de los ninjas. Al igual que estos, sus misiones eran de infiltración, espionaje y asesinato, pero las kunoichi lo desarrollaban a su manera: la seducción era un medio más para acercarse a su objetivo. Asimismo, hacían un amplio uso de venenos y de armas camufladas como accesorios de peinado, pipas o abanicos.Foto: iStock
LAS ÚLTIMAS SAMURÁIS
El siglo XVII empezó con la consolidación del shogunato Tokugawa, que durante más de 250 años gobernó Japón y puso fin a las guerras civiles, salvo algunas insurrecciones puntuales. Esto cambió drásticamente el papel tradicional de la clase guerrera, tanto hombres como mujeres: los samuráis se convirtieron en burócratas y las mujeres, que ya no debían defender los castillos, en administradoras del patrimonio y educadoras de los hijos. Los señores ya no buscaban en su esposa a una guerrera capaz de proteger a su familia y su feudo. Como consecuencia, la práctica de las armas entre las mujeres se redujo notablemente y pasó a ser una disciplina marcial más que un entrenamiento con finalidades prácticas.
A mediados del siglo XIX, el estallido de la Restauración Meiji sumió de nuevo al país en un grave conflicto interno entre los partidarios del shôgun y los que apoyaban al emperador. En una de las últimas etapas del periodo, la llamada Guerra Boshin (1868-1869), las fuerzas proimperiales atacaron a los últimos partidarios del shogunato Tokugawa en el dominio de Aizu (actual prefectura de Fukushima). En la batalla participó Takeko Nakano, una mujer de estirpe samurái que organizó la última e infructuosa defensa del feudo: murió en el combate, no sin antes pedirle a su hermana que le cortara la cabeza y la escondiera para no convertirse en un trofeo en manos del enemigo.
La ciudad de Aizu-Wakamatsu, donde lucharon las últimas onna-bugeisha, sigue recordándolas a través de sus festivales. Algunas de las más famosas se han convertido en el símbolo de sus ciudades y en un poderoso icono para las mujeres practicantes de artes marciales.Foto: CC : https://bit.ly/3kfnoYg
En esa misma batalla participó Yae Niijima, quien consiguió sobrevivir y ponerse a salvo. En las décadas siguientes participó en la primera guerra sino-japonesa (1894-1895) y en la guerra ruso-japonesa (1904-1905), pero esta vez como enfermera. Con ella terminó la historia de las onna-bugeisha, aunque aún le quedaba un último combate por librar: Niijima se convirtió en una de las primeras activistas por los derechos de las mujeres en su país. Incluso después de dejar las armas y el campo de batalla, el espíritu de las mujeres guerreras de Japón nunca se apagó.