Los Sentimientos..

QUE ES EL SENTIMIENTO

Es la tercera expresión del yo en la psique, acompaña íntimamente al pensar y a la voluntad.  Una de sus características es su constante cambio, lo cual corresponde al sistema rítmico anteriormente mencionado, es este la base del sentimiento.  No existe la mínima sensación posible sin una modificación  de la respiración o la circulación.  La consciencia del sentir corresponde a la subconsciencia o consciencia de sueño, el sentimiento en su esencia de vigilia y la inconsciencia.  En la sensación se permite la predominancia de las polaridades, de los ritmos; es así como existe la inspiración y la espiración, pues sino se alternan, se produce la muerte,  o sístole y diástole cardíacas.  Necesitan alternarse para mantener vivo al organismo.

El sentimiento puede describirse como pauta reactiva que resulta de la recesión  reiterada de una sensación.  Cuando algo estimula repetidamente el sistema nervioso, se crea un campo de resonancia conforme el organismo reaccione y esta reacción es un sentimiento.

Las emociones pueden definirse como entidades que permiten unificar y conservar impresiones.  Son los impactos de la consciencia en el organismo.  Es el interfaz del sentimiento corporal.  Con la información que procede de la mente se obtiene una emoción.

En palabras de ANODEA JUDITH cabría decir que: Las sensaciones son como las palabras, los sentimientos son las frases y la emoción como el relato entero.  La emoción es un flujo de la propia fuerza vital  mediante la cual se obtiene el cambio.

Empatía

Siguiendo con los otros niveles de la espiral, se encuentra la Empatía.  También una fuente valiosa de información que en su mayoría es inconsciente.  Suele vivirse como una sensación sutil de algo a alguien, experimentando eso que el otro o lo otro experimenta.  La empatía es una gran capacidad si se utiliza adecuadamente, esa sensibilidad hacia lo que nos rodea debe equilibrarse con la necesaria atención a uno mismo.

La empatía, hija consentida de la sexualidad funciona a nivel energético y puede ser explicada con la teoría de campos mórficos o morfogenéticos, formulada por SHELDRAKE[1]

“La propia materia, de acuerdo con la física moderna, no es más que energía organizada en campos”. “Campos que, por tanto no son una entidad distinta responsable de la organización de la materia, sino que constituyen su propia esencia y no cabe establecer ninguna dicotomía entre campos y materia…”.

SHELDRAKE, formado en la Universidad de Cambridge, decidió irse a vivir unos años a la India, donde conoció a KRISNAMURTI y al monje Benedictino BEDE GRIFFITS, personajes influyentes en su formación.  Tanto que al poco tiempo, SHELDRAKE aceptaba que la clásica distinción  entre materia y espíritu es inexistente.  “La propia materia, de acuerdo con la física moderna, no es más que energía organizada en campos”. 13 “Campos que, por tanto no son una entidad distinta responsable de la organización de la materia, sino que constituyen su propia esencia y no cabe establecer ninguna dicotomía entre campos y materia…”.

Campos Mórficos
“Existen diferentes niveles de organización de campos;  los campos de partículas de quantum están organizados por el campo atómico; después están los campos moleculares organizando los átomos; y los campos celulares organizando las moléculas; y los campos de tejidos organizando las células … pero no es que no haya nada inmaterial organizando las partículas:  es que no existe la materia en el sentido tradicional”. [2]

Esto es la empatía entre sistemas, entre estructuras, la relación del todo con el todo, teniendo en cuenta esta línea  inexistente de separación es posible que existan millones de conexiones entre todo lo viviente, en diversos campos:  “Existen diferentes niveles de organización de campos;  los campos de partículas de quantum están organizados por el campo atómico; después están los campos moleculares organizando los átomos; y los campos celulares organizando las moléculas; y los campos de tejidos organizando las células … pero no es que no haya nada inmaterial organizando las partículas:  es que no existe la materia en el sentido tradicional”. [2]

La empatía, hace pues, parte de un universo interconectado donde como seres humanos nos contagiamos los unos a los otros de aquello que vivimos, de esta manera nos comprendemos, relacionamos, enamoramos, odiamos y nos amistamos.  La empatía es como carga energética un legado histórico, biológico, psicológico y espiritual donde un ser vivo le habla al otro en un sinnúmero de formas de lenguaje, en los campos mórficos se acumulan las experiencias de los individuos de cada especie dando lugar así a una suerte de “memoria colectiva” , la cual sustentaría también las propuestas de JUNG acerca de l inconsciente colectivo, no sólo la empatía, no sólo la sexualidad permite la conexión a nivel de la consciencia, a nivel genético, hereditario, reproductivo con otros seres, sino con el universo mismo por medio de la “resonancia mórfica” a través de la cual se obtiene datos accesibles a todos, registros de todos los acontecimientos, sensaciones y sentimientos que han tenido lugar desde el origen de la vida.

Esto también haría referencia al viejo principio hermético: “La parte está en el todo y el todo está en la parte”.  HERMES, 

Sociabilidad:

A partir de aquí surge también la sociabilidad, la manifestación más exterior y compleja de la sexualidad, allí la reproducción y constitución familiar son la base de la cultura social.  Desde tiempos antiguos los seres vivos tienden a unificarse, a formar grupos, pues la supervivencia rebasó el círculo estrictamente personal, se hizo necesario colaborar con otros y sin esta colaboración no existiría la evolución.  La asociación es el proceso con otros.

Las emociones y la sexualidad conforman la base de la estructura social, de allí emergen la fuerza, la competitividad, la adhesión, la territorialidad, la estructura social se convierte en un ente, un alma colectiva, una corriente dentro de la cual se moviliza el ser humano o también en la cual se arrastra y se ahoga desesperadamente.


[1] SCHELDRAKE RUPERT.  Biólogo Británico.  “La Presencia del Pasado”.  Editorial Kairós. 1990

[2] SCHELDRAKE RUPERT “Una Nueva Ciencia de la Vida”. Editorial Kairós. 1990

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