la sexualidad como expresión espiritual, fuente de todas las cosas.
Part II
Siendo la materia el último nivel de manifestación de la energía, es entonces el cuerpo el vehículo final para la expresión del Espíritu, el cual desciende desde su sublime morada a través de niveles mentales y de la consciencia, por los cuales se va filtrando hasta convertirse en pensamiento, palabra y obra.
Si es la sexualidad un atributo esencial del organismo psico-físico, entonces puede deducirse que es cualidad y expresión principal de la vida espiritual.
Con base en qué se afirma esto?
Suficiente es con mirar en derredor y percatarse de cada cosa, ser y situación.
Cómo vive, cómo es, de dónde proviene; no es todo acaso un proceso de creación y evolución continua?
No es acaso un germinar constante de ideas y sentimientos la existencia ?
Del contacto entre las cosas vivientes se derivan otras, de la unión proviene la procreación, las generaciones, la producción y la reproducción.
¿Es diferente acaso la vida de una planta, un árbol o una bacteria, a la humana en el desarrollo biológico?
¿No son los mismos átomos, las mismas sustancias primarias los componentes de todo cuanto se ve y lo que no?
Bueno, así mismo es la sexualidad como expresión espiritual, fuente de todas las cosas. Por la unión se produce la dualidad.
¿Cómo es esto?
Sí, en el encuentro de los polos opuestos, en la reunión de lo diverso, en el compartir con el otro, lo cual se convierte en la multiplicación del sí mismo, en la expansión del ser, de la propia naturaleza.
Podría decirse que la sexualidad es la procreación de uno mismo. ¿Y en qué consiste?
En situaciones y detalles tan simples como la caricia que se brinda con amor, ternura o aprecio a un bebé, un adolescente, un adulto, hombre, mujer, animal o cosa; es la propia energía la que toca a otros y a lo otro, le marca, le deja una huella que produce a su vez una conexión inversa, o sea retorna a la fuente de donde proviene, y esta fuente y este receptor a su vez han sido cargados con otras energías que se conectan al proceso constante de la interconexión entre todo lo existente.
La clave de la unión es el Amor..todo está relacionado e interconectado , unido por sutiles y a su vez muy poderosas fuerzas.
Nuestra vida se refleja en la naturaleza …Es como la Rosa…..
Estamos cargados con la belleza que atrae, la forma que encanta, las espinas que protegen o que dañan, la fragilidad de los pétalos, la fortaleza de nuestras hojas…y … la eternidad del aroma.
La anterior analogía, en términos muy humanistas, da cuenta entonces de las motivaciones que movilizan a un ser vivo, pero esto tampoco es suficiente, hay que ir más allá. Si se observan los procesos biológicos de todo cuanto hay, se hallará que en todos esos procesos, en sus causas y efectos, hay un instinto sexual. Entendiéndolo como el impulso que lleva a la producción de la vida, no sólo en las formas conocidas.
La vida surge de la unidad que se desprende en sí misma para poder reproducirse, así se comienza siendo un ser unicelular para ir evolucionando hacia la pluralidad. La relación de este asunto con el tema capital es ir allanando el camino que se ha de recorrer en y con los próximos planteamientos, es a modo de presentación un acercamiento más.
luz B.